La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos acusó el jueves a Fiat Chrysler Automobiles NV de usar un software ilegal para ocultar que las emisiones de algunos de sus motores diésel excedían los niveles permitidos, tras una pesquisa que partió de una investigación más amplia a la automotriz rival Volkswagen.
La medida de la agencia estadounidense (EPA por su sigla en inglés) afecta a 104 mil camionetas y vehículos urbanos deportivos (SUV) vendidos desde el 2014, cerca de un sexto de la cantidad de vehículos involucrados en el escándalo de Volkswagen, que puso en jaque la reputación de la compañía alemana.
El miércoles, la firma alemana acordó pagar 4 mil 300 millones de dólares en multas civiles y criminales en un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la penalidad más alta impuesta jamás sobre una automotriz.
La EPA y un comité ambiental de California dijeron a Fiat Chrysler el jueves que creen que el software de control de emisiones auxiliares sin declarar de la empresa permitió que los vehículos generaran una contaminación excesiva que viola la ley estadounidense.
El presidente ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, negó que la compañía haya tenido conductas evasivas y agregó que estaba en conversaciones con la EPA y que le había brindado la documentación pertinente.
“No hemos hecho nada ilegal”, dijo Marchionne. “Nunca hubo ninguna intención de crear condiciones diseñadas para sobrepasar el proceso de evaluación. Esto es un absoluto sinsentido”.
La filial estadounidense de la compañía, FCA US, indicó en un comunicado que estaba “decepcionada” por las acusaciones de la EPA y agregó que sus vehículos “de motor diésel cumplen con todos los requerimientos regulatorios aplicables”.
Los reguladores dijeron que FCA no reveló el software de administración de motores en 104 mil de sus Jeep Grand Cherokee 2014-2016 en Estados Unidos y en mil 500 camionetas Dodge Ram de motores diésel de 3.0 litros. El software ocultado aumentó el nivel de emisiones contaminantes.
La agencia aún está investigando si el software actuó como un “mecanismo de engaño”. “No notificar de un software que afecta a las emisiones en el motor de un vehículo es una violación grave de la ley, que puede generar polución dañina”, dijo Cynthia Giles, funcionaria de la EPA, en un comunicado.
FCA respondió que probará a la EPA que cumple con la normativa. La agencia, en tanto, dijo que halló al menos ocho piezas de software sin informar que pueden alterar cómo un vehículo emite partículas contaminantes para el ambiente.
Las acciones de FCA en Milán cerraron con una caída del 16 por ciento, arrastrando al índice del sector automotor de los mercados bursátiles europeos.
La operación de los papeles que cotizan en Estados Unidos fue detenida temporalmente, y luego reabrió mostrando un desplome del 12 por ciento.