Lo que pintaba para ser una noche de puro fútbol entre América y Toluca, terminó dejando un mal sabor de boca. Más allá del empate sin goles, la directiva escarlata vivió un trago amargo al denunciar el robo de celulares dentro del Estadio Ciudad de los Deportes. Un tema incómodo que le quitó brillo al evento y puso sobre la mesa la importancia de reforzar la seguridad.
Directivos del Toluca, entre ellos su presidente Francisco Suinaga, denunciaron el robo de sus pertenencias tras el silbatazo final. Este incidente se suma a una preocupante tendencia de episodios similares en el inmueble, ahora conocido como Estadio Azulcrema.
Directivos del Toluca denunciaron robo de celulares
Según narró el propio Francisco Suinaga, el momento del robo coincidió con el descenso de los directivos escarlatas desde el palco hacia la cancha, justo después del final del partido. El camino estaba abarrotado de seguidores del América, lo que generó una situación desordenada y con mucho empuje.
Te podría interesar
En medio de ese caos, varios integrantes de la directiva de Toluca fueron víctimas del robo de sus celulares. Nadie imaginó que algo así pudiera ocurrir dentro de un estadio en pleno evento oficial. Sin embargo, la falta de control en los accesos y pasillos fue evidente.
Este tipo de situaciones no solo genera molestia, sino que pone en duda la seguridad de todos los asistentes. Claramente, se requiere una revisión urgente de los protocolos.
Te podría interesar
Con evidente frustración, Francisco Suinaga alzó la voz y lanzó un reclamo directo al Comisario de la Federación Mexicana de Futbol: “No nos cuidan”. Su malestar no era para menos, considerando que un evento tan importante como una final debería contar con un protocolo de seguridad mucho más estricto.
Al principio, Ignacio Alva, responsable de comunicación del club, señaló que se habían perdido tres celulares. Sin embargo, más tarde Suinaga ajustó la cifra y confirmó que fueron cuatro los teléfonos robados entre los miembros del equipo directivo. Para los escarlatas, la experiencia dejó un sabor amargo que fue más allá del empate en la cancha.