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El fútbol varonil en Estados Unidos ha recibido una gran inversión, pero los resultados siguen sin reflejar ese esfuerzo. Durante una intervención en MVS Deportes, el periodista y conductor analizó la falta de presión que rodea al equipo nacional. También habló del estancamiento que ha sufrido su crecimiento, pese al talento que tienen repartido en las mejores ligas del mundo.
Durante la emisión de este día de MVS Deportes, programa que se transmite de lunes a viernes entre 3 y 4 de la tarde por MVS Noticias, los conductores David Faitelson, Memo Schutz y Carlos Aguilar opinaron acerca del desempeño de la selección de Estados Unidos en los últimos años.
Sin presión, sin resultados: el dilema del fútbol varonil en EE.UU.
"Lo que quiere Estados Unidos es presión, porque no la tiene. Perdieron la Liga de Naciones y no pasó nada. En este país no hay presión por el fútbol, y eso se nota en los resultados."
El fútbol de Estados Unidos mostró crecimiento, pero se estancó. Ni la inversión ni el talento en Europa han sido suficientes para dar el siguiente paso. Mientras tanto, crece la incomodidad entre otras ligas por la atención que recibe un deporte sin resultados.
Esa falta de presión también se refleja en la reacción del entorno cuando pierden: no hay crisis, no hay urgencia, y eso le resta competitividad al proyecto. Mientras en otros deportes el fracaso no se perdona, en el fútbol parece no importar. Sin esa exigencia, es difícil que Estados Unidos dé el salto que tanto se espera rumbo al Mundial de 2026.
Aunque Estados Unidos tiene talento, la falta de presión sigue siendo un obstáculo. A pesar de contar con jugadores destacados, los resultados no siempre están a la altura de las expectativas. Este contraste entre potencial y desempeño sigue generando dudas.
México, en cambio, ha demostrado que la presión puede ser una fuerza motivadora. La reciente victoria en la Liga de Naciones contra EE.UU. mostró la capacidad de resiliencia y superación del equipo mexicano. Mientras los estadounidenses aún buscan su identidad, México sigue reafirmando su competitividad.
Si Estados Unidos quiere avanzar, debe aprender a manejar las expectativas. La Copa Oro podría ser el escenario ideal para un enfrentamiento entre ambos equipos en la final. Para lograrlo, deben convertir su talento en resultados consistentes.