Este jueves se confirmó el fallecimiento de Leo Beenhakker a los 82 años, figura emblemática del futbol mundial y exentrenador de clubes como Chivas y América.
El anuncio fue hecho por el Real Madrid, equipo con el que el estratega neerlandés escribió una de las páginas más memorables de su carrera. La noticia conmociona al mundo del futbol por su impacto en Europa y también por su paso por el balompié mexicano, donde dejó una huella imborrable.
¿Quién fue Leo Beenhakker?
Nació en Róterdam en 1942 y aunque su etapa como jugador fue breve, debido a una lesión temprana, su legado como técnico es vasto y reconocido. En México, es recordado por sus etapas al frente del Club América y las Chivas de Guadalajara, donde demostró una propuesta táctica atrevida, ofensiva y fiel a la escuela del “futbol total” neerlandés.
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Con las Águilas, su llegada en 1994 marcó una revolución futbolística. Implementó un estilo moderno que encantó a la afición, con figuras como Zague, Cuauhtémoc Blanco y los africanos Kalusha Bwalya y François Omam-Biyik. A pesar de los buenos resultados, su salida repentina dejó muchas dudas. Años después reveló que diferencias con la directiva fueron clave en su despido.
En Chivas, su paso fue breve pero intenso. Su llegada en noviembre de 1995 provocó gran expectación, especialmente por el morbo de dirigir al eterno rival tras haber estado en el banquillo azulcrema.
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De hecho, uno de los partidos más recordados de aquella época fue el Clásico en el Estadio Azteca donde el Rebaño, dirigido por él, remontó un marcador adverso y venció al América 3-2.
Pero más allá de México, también es una leyenda en Europa. Fue entrenador del Real Madrid en dos etapas, logrando tres títulos de Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, en una era que coincidió con la famosa Quinta del Buitre.
También, ganó la Eredivisie tanto con el Ajax como con el Feyenoord, siendo el único en lograr esa hazaña. También dirigió a las selecciones nacionales de Países Bajos, Arabia Saudita, Trinidad y Tobago (con quienes participó en el Mundial de 2006) y Polonia.
No solo fue un entrenador exitoso; también fue un formador de talentos, un innovador táctico y un personaje carismático que conectó con jugadores, aficionados y periodistas allá donde fue.
Hoy el futbol despide a un auténtico sabio del balón. Leo Beenhakker se va, pero deja un legado en México por su paso en América y Chivas, al igual que en el resto del mundo.
Con información de EFE.