Con las frases “¡Sin miedo al éxito, papi!” y “Uh, lalá, ¡chulada!”, Paúl Villafuerte hizo viral su gimnasio Barras Preaderas, en San Mateo, Naucalpan, y del que todos hablaban, pero que hoy ya quedó en el olvido por esta lamentable tragedia que acabó no solo con su popularidad, sino incluso con el mítico entrenador que tuvo que empezar desde cero.
Y todo ocurrió en su casa, donde una tragedia no solo afectó el impacto que tenía en redes sociales con su gimnasio Barras Praderas, sino que además sumió a Paul Villafuerte en una profunda tristeza y desilusión, pues la traición llegó de quien menos lo esperaba.
El fenómeno de Barras Praderas y Paul Villafuerte
El gimnasio ubicado en San Mateo, Naucalpan, y denominado por Paul Villafuerte como Barras Praderas se volvió viral en redes sociales hace unos años, cuando a pesar de su discapacidad el culturista motivaba a sus clientes para hacer ejercicio, valiéndose de frases chuscas como “¡Sin miedo al éxito, papi!” y “Uh, lalá, ¡chulada!”, hasta que llegó la tragedia.
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Su impacto fue tanto, que los llevó a participar a él y sus pupilos en diversos contenidos para redes sociales y eventos de fisicoculturismo, además de programas de televisión y hasta comerciales, sin imaginarse que con el paso del tiempo bajaría el interés de los cibernautas, lo que no mermó las ganas del entrenador de seguir en la vida fitness.
Así nació el gimnasio Barras Praderas
No, no se trata de un gimnasio tal cual, sino de un espacio al aire libre aledaño a la casa de Paul, en la colonia Praderas, donde comenzó a entrenar con unas barras que él mismo soldó, aunque ya después de que se hicieron populares al salir en un programa de televisión el gobierno municipal lo ayudó con aparatos y pesas. “Lo fundé hace seis años, cuando estaba muy deprimido porque perdí una pierna por un disparo de arma de fuego y también me pegaron en la cabeza”, indicó.
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La tragedia que acabó a Paul Villafuerte
En Instagram, el entrenador de Barras Praderas relató en una entrevista viral que “tenía una página de 4 millones en Facebook, otra de un millón 800 mil en TikTok y 200 mil en YouTube y mi hermano me las quitó. Me dio en la madre con todo. Vive ahí conmigo y no se apiadó de mí. Eran mi única fuente de ingresos, le valió que estuviera discapacitado, que tuviera una hija. Él agarró, me las quitó y eliminó. Era mi agente, mi mánager y lucró con todas mis páginas. Nadie sabe eso”.
