Una riña campal registrada durante el tercer juego de la serie entre Tomateros de Culiacán y Charros de Jalisco encendió la polémica en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y dejó múltiples expulsiones que marcaron el cierre del encuentro.
El incidente ocurrió la noche del jueves, luego de un pelotazo dirigido a Ramón Ríos, jugador de los Charros, lo que provocó la reacción inmediata de ambos equipos.
¿Por qué se dio la pelea campal entre Charros y Tomateros en la LMP?
Según testigos y transmisiones del partido, el lanzamiento generó molestia en la banca jalisciense, y en cuestión de segundos, los jugadores de ambos lados abandonaron sus dugouts. Era la segunda vez en el juego que las bancas se vaciaban, un hecho que aumentó la tensión y dificultó el control de los umpires, quienes se vieron obligados a intervenir de inmediato.
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La trifulca se extendió varios minutos en el cuadro interior, donde empujones, reclamos y golpes aislados obligaron a los oficiales a detener el encuentro. Tras recobrar el orden, los árbitros procedieron con la expulsión de varios peloteros involucrados, aunque la lista oficial aún no ha sido detallada por la liga.
El altercado generó reacciones divididas entre aficionados y especialistas. Mientras algunos consideran que se trató de un episodio provocado por la intensidad natural del juego, otros exigen sanciones más severas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el béisbol invernal.
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Se espera que en los próximos días se emita una resolución que podría incluir multas, suspensiones o medidas adicionales para ambos equipos.
Las peleas campales entre Charros y Tomateros en la LMP no solo afectó el desarrollo del partido, sino que también reabre la discusión sobre la disciplina y la responsabilidad dentro de la liga. Mientras tanto, la afición permanece atenta a las sanciones que podrían marcar un precedente en la temporada actual.