Desde marzo pasado, luego de 14 meses encerrado en una cárcel de Barcelona acusado de violación, finalmente Dani Alves disfruta ahora de una nueva vida alejado del futbol y de las polémicas, pues luego de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo absolviera el astro brasileño decidió convertirse en predicador evangélico.
Después de concluir que no existían pruebas suficientes para mantener la acusación, el Tribunal dejó completamente libre de cargos a Dani Alves y puso fin a uno de los episodios más mediáticos en la historia reciente del deporte español, mientras que el exjugador del FC Barcelona, Sevilla, PSG y la selección de Brasil decidió alejarse de los reflectores y emprender una nueva vida de transformación personal como predicador evangélico.
Dani Alves tiene primer hijo con su nueva pareja
Ah, pero eso no es todo, pues además de su renovación espiritual como predicador evangélico, Dani Alves vive también una nueva vida pues a principios de octubre él y su esposa la modelo tinerfeña Joana Sanz se convirtieron en padres de su primer hijo en común, hecho que consolida su reconciliación luego del tiempo en el que permaneció preso.
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De hecho, fuentes allegadas al ahora exjugador afirman que el también exjugador de Pumas se ha refugiado en la paternidad y la religión para reconstruir su vida lejos de los focos mediáticos, tanto así que en su cuenta de Instagram ahora se define como “Discípulo de Cristo Jesús” y acompaña cada publicación con versículos bíblicos y mensajes sobre fe, perdón y gratitud.
De la polémica a predicador evangélico
Al noreste de España, Dani Alves fue visto el pasado fin de semana en la Iglesia Evangélica Elim de Girona, donde ofreció un discurso espiritual ante decenas de fieles, a quienes en los videos que circulan en redes sociales se le escucha decirles con voz firme y emocionada: “Es el Dios de Jacob, el Dios de Abraham… bajen sus teléfonos, tenemos que sentirlo. Yo soy la prueba de que Dios cumple lo que promete”.
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Y sí, quizá sea así, pues durante su intervención afirmó que hizo un pacto con Dios mientras estaba en prisión: “Le dije: ‘Señor, te voy a servir, pero cuida mi casa y los corazones de los que no me abandonen’. El amor es amar cuando uno no lo merece. Eso fue lo que Cristo hizo por mí y por ustedes”, lo que fue recibido con aplausos por la comunidad religiosa, que lo considera un “testimonio vivo de conversión y fe”.
