El encuentro entre el Club de Fútbol Monterrey y el Club Deportivo Guadalajara en el Estadio Akron terminó en un empate a un gol, pero dejó un sabor a controversia debido a la anulación de un gol de los Rayados en la primera mitad.
El gol que puso a Monterrey en ventaja momentánea llegó tras un tiro de larga distancia. Raúl ‘Tala’ Rangel, portero de las Chivas, rechazó el balón, dejándolo a la deriva.
En un intento por recuperar el control, Rangel saltó sobre el esférico, pero Lucas Ocampos impactó el balón, llevándolo al fondo de las redes y provocando el festejo de la afición rayada.
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La Decisión del Árbitro y el Rol del VAR
Inicialmente, el árbitro concedió el gol, pero tras un aviso del VAR y una revisión en las pantallas, se determinó que el tanto no debía ser válido.
La falta señalada fue en contra de Ocampos, quien, según el árbitro, había cometido infracción sobre Rangel. Sin embargo, no se explicó en ese momento la naturaleza de la falta.
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Explicación de la Comisión de Árbitros
Posteriormente, la Comisión de Árbitros explicó que el gol fue anulado porque, después del rechazo del portero, este logró tomar control del balón al ponerlo entre su mano y el césped.
Según el reglamento, esto implica que el portero tenía la posesión del balón. Por lo tanto, cuando Ocampos golpeó el balón, estaba incurriendo en una falta que justificaba el tiro libre indirecto a favor del Guadalajara.
“Mira, la posesión del balón la tiene ahí, cuando le pone la palma de la mano en el balón (...) Tiro libre indirecto, porque tiene posesión del balón, señor”, se escuchó en el audio del VAR a cargo de Luis Enrique Santander.
El partido, aunque terminó en empate, dejó un importante debate sobre la interpretación de las reglas y la actuación del VAR. La decisión de anular el gol no solo afectó el ánimo de los jugadores de Monterrey, sino que también generó un intenso debate entre los aficionados sobre la justicia del arbitraje en el fútbol mexicano.