André-Pierre Gignac, reconocido como una figura emblemática de Tigres y pieza fundamental en la obtención de los últimos títulos del club, se enfrenta al inevitable acercamiento de su retiro del fútbol profesional a sus 38 años. Consciente de esto, ha trazado un ambicioso plan a 10 años para permanecer ligado al club regiomontano en una faceta más directiva.
Su objetivo es no solo mantener la grandeza de Tigres, sino elevarlo al nivel de instituciones históricas como América o Chivas, consolidando así su legado dentro y fuera del terreno de juego.
“Quiero que Tigres crezca cada día más, quiero estar en el club ayudándolos, lo están haciendo bien, pero necesitamos más para crecer más. Veremos después con la directiva, pero la idea es estar cerca de la directiva, del campo, y ayudar a que Tigres sea… no tengo miedo de decirlo, pero en 10 años que sea lo más cerca posible de los grandes de México, que estemos a la par”, comentó André-Pierre Gignac.
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“Sabemos que hay dos clubes fuertes; uno con puros mexicanos, sabemos del orgullo del mexicano y tenemos al América. Queremos estar a la par y en los últimos años le demostramos a México que podemos ser un club que esté a la par de estos dos grandes”, menciono.
Gignac pide no exagerar la reacción con las habilidades de los futbolistas
Gignac, destacado goleador francés de Tigres, aboga por evitar exagerar las habilidades de los futbolistas, subrayando la inevitabilidad de un cambio generacional en el club para mantener su competitividad. Su postura refleja la necesidad de una renovación dentro de la institución para adaptarse a los nuevos desafíos y mantenerse en la cima del fútbol mexicano.
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“No podemos parar el tiempo, vamos a tener unos jóvenes preparados y vamos a tener un equipazo durante mucho tiempo. Ese cambio generacional se hace naturalmente”, apuntó.
En el contexto más amplio del fútbol mexicano y la Liga MX, Gignac insta a la mesura en el trato hacia los nuevos talentos, abogando por evitar etiquetarlos prematuramente como los nuevos "Vela o Chicharito". Su llamado refleja la importancia de permitir que los jóvenes jugadores se desarrollen sin presiones excesivas y que se les dé el tiempo necesario para crecer y alcanzar su máximo potencial en el deporte.
“El problema en México es que cuando un jugador hace un buen partido ya es el próximo Chicharito, Vela y cuándo hace un partido mal es en el otro sentido, lo ahogan”, manifestó.