Jair García, nacido en Guadalajara, Jalisco, comenzó su carrera futbolística en las fuerzas básicas del Monterrey. Sin embargo, su camino en el club regiomontano no fue fácil y estuvo marcado por un peculiar episodio que lo llevó a Chivas, donde finalmente encontró su mejor momento como profesional.
En un interescuadras entre Rayados y Coyotes de Saltillo en 1999, García, quien formaba una dupla goleadora con Antonio De Nigris, tuvo un altercado con el defensa argentino Guillermo Rivarola. Tras una fuerte entrada, ambos jugadores se encararon y el entrenador Benito Floro decidió expulsar a García del campo.
El "profe" Pancho Avilán, de Saltillo, recibió la orden de sacar al "boxeador" del campo, lo que marcó el final de la participación de García en el interescuadras. Tras el incidente, el jugador no fue considerado en Rayados ni en Saltillo y al siguiente torneo fue enviado a préstamo a Chivas junto a sus amigos Sergio "Alvin" Pérez y Ricardo "Pepito" Martínez.
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En Chivas, García encontró su lugar en el futbol profesional. Jugó del 2000 al 2003, consolidándose como un jugador importante y llegando incluso a ser seleccionado nacional en el proceso al Mundial 2002.
A pesar de su salida abrupta de Rayados, la historia de Jair García es un ejemplo de cómo la perseverancia y el talento pueden llevar al éxito, incluso después de un traspié. En Chivas, encontró el equipo ideal para desarrollar su potencial y convertirse en un jugador destacado del futbol mexicano.
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Actualmente Jair García se desempeña como entrenador de Fuerzas Básicas del Correcaminos de Tamaulipas.