En el mundo del fútbol de clubes, existe una competición que sobresale por encima del resto. Nos referimos a la Champions League, un torneo que corona al mejor equipo de Europa. El seguimiento que tiene la Champions es inigualable, un espectáculo que rompe fronteras y que tiene impacto en la prensa deportiva mundial. Independientemente de su impacto social, también genera una gran cantidad de dinero, siendo los clubes unos de los principales beneficiados al formar parte de la competición.
A continuación, vamos a exponer y detallar el impacto económico que tiene la Champions League sobre el mundo del deporte rey. Analizaremos, primeramente, los beneficios que reciben los clubes y, posteriormente, abriremos el foco y ofreceremos una perspectiva más global.
¿Cuánto dinero se lleva el ganador de la Champions League?
Lo primero que hay que destacar es que la Copa de Europa propone un formato basado en una fase de grupos inicial conformada por 8 grupos de 4 equipos. Todos ellos se enfrentan entre sí como local y visitante, y únicamente se clasifican 16 de los 32 clubes totales. El primero y el segundo de cada uno de los grupos asignados por sorteo se clasifican.
Por participar en esta fase inicial, los equipos ya se llevan 15 millones de euros, que van directamente a las arcas de las respectivas entidades. El tercer equipo de cada grupo pasa a formar parte de la Europa League, la segunda competición continental de mayor importancia. Las victorias y los empates también reportan un beneficio económico, ya que los equipos perciben 2,8 millones de euros por ganar y 930,000 por empatar. Siempre hay algo en juego, independientemente de si los equipos ya están clasificados matemáticamente.
Posteriormente a la fase de grupos, empieza la acción más emocionante del torneo: los partidos del KO. Son duelos de ida y vuelta, empezando por los octavos de final. Si se llega a esta ronda, se reciben 9,6 millones de euros.
Seguidamente, empiezan los cuartos de final, en los que únicamente quedan ya los 8 mejores equipos de Europa. Si un club consigue llegar hasta aquí, se embolsa 10,6 millones. Jugar las semifinales supone un impacto de 12,5 millones de euros, y llegar hasta la final 15,5. Como hemos visto, las cifras son cuantiosas, siendo un ejemplo bastante explícito del seguimiento de la Champions.
Ahora simplemente nos queda responder a la pregunta que hemos hecho inicialmente: ¿Cuánto se lleva el equipo que gana la competición? Pues un total de 20 millones de euros, que se suman sucesivamente a todas las cifras que aquí hemos expuesto. Dependiendo, eso sí, del total de victorias y empates que se hayan acumulado en la fase de grupos.
Si analizamos el conjunto en su perspectiva, podemos ver que la Champions League también genera mucho tráfico en otros sectores, siendo destacado el de las apuestas deportivas. Si se observa el portal web del comparador Oddschecker.com, se pueden ver referenciadas las principales páginas del mercado. Allí se pueden ver las cuotas y pronósticos de la competición, tomando perspectiva del hecho al cual hacemos referencia.
También es importante destacar los hipotéticos acuerdos de patrocinios que pueden firmar los diferentes clubes. Al finalizar la temporada regular, los equipos de las ligas domésticas tienen asignadas unas posiciones que permiten jugar la Champions. En el caso concreto de España, vemos que son los cuatro primeros clasificados.
Disputar la copa de copas permite renegociar los acuerdos promocionales al alza, ya que, por ejemplo, la publicidad que consta en las camisetas aumenta sustancialmente su visibilidad. También existen contratos publicitarios en los que un determinado club se asocia con una marca que se convierte en global partner. Otros patrocinios curiosos son los que se efectúan entre una marca de ropa y un equipo. En los partidos de Champions League, que es un torneo asociado al glamour y al concepto Premium, los jugadores siempre intentan lucir sus mejores galas. Y no únicamente sobre el césped, sino que también lo hacen durante los desplazamientos. Existen contratos firmados para que una marca determinada vista a los protagonistas en estos trayectos, generando un acuerdo positivo para ambas marcas.
La propia competición también tiene firmados sus propios patrocinios, y hay marcas que también están asociadas a La Orejona. Uno de los más conocidos es el de marca japonesa PlayStation, de Sony.
La Champions también genera mucho dinero en forma de incorporaciones. Como ya hemos mencionado, los jugadores siempre quieren jugar en los equipos que disputan la competición. Eso genera también una gran cantidad de movimientos entre las plantillas más punteras del globo, que también intensifican su competencia para llevarse las piezas más valiosas. Entrar en el selecto grupo de clubes que juegan el torneo tiene también este efecto colateral que incide en el potencial del mercado de traspasos. Una baza más a favor.
Finalmente, cabe mencionar a todas aquellas personas que de manera indirecta también forman parte de la acción. Nos referimos a los aficionados, que también generan una cantidad elevada de dinero con su afinidad hacia un equipo participante, sobre todo, en forma de consumo. Las cadenas televisivas pagan a la competición una cifra alta para hacerse con los derechos de emisión. Posteriormente, los principales proveedores ofrecen dichos servicios a los consumidores. Un intercambio económico que genera mucha actividad económica.
Los estadios también se llenan cuando se diputa la competición. Suelen ser los partidos en los que los diferentes campos muestran sus mejores galas. Los clubes también son plenamente conscientes de ello, y las entradas suelen ser las más caras. Siempre se tiene en cuenta el espectáculo que se va a ofrecer; duelos de primer nivel en los que participan los mejores conjuntos del mundo. Son especialmente llamativos los choques eliminatorios, en los que el drama y la acción llegan a un nuevo nivel, con desenlaces normalmente apasionantes que permiten pasar a una nueva ronda. Un espectáculo que ningún aficionado al mundo del fútbol debería perderse. La atmosfera de la Champions es especial, y es uno de esos intangibles que también aumenta su estatus.
Además, hay que mencionar todo el empaque que acompaña a la final. Una sede que siempre queda definida antes de iniciar la competición. La ciudad que alberga el estadio finalista también recibe un éxodo de aficionados que quieren acompañar a su club ante una fecha histórica. Eso genera un beneficio a la misma urbe y también a todos los restaurantes, hoteles y servicios asociados. La propia organización cede entradas a patrocinadores y empresas que posteriormente las reparten a conveniencia. La final es un partido que paraliza el mundo, y vivirla en directo es ir un paso más allá. Aunque sea como espectador neutral.
Un espectáculo mayúsculo que suele contar con ceremonia de apertura, que se suma a la posterior celebración de los campeones de Europa. Este año se disputará en Wembley, templo mundial del deporte rey.