Con solo 18 años, Derek Septién Pizarro Suárez, originario de Boca del Río, Veracruz, se ha convertido en el centro delantero destacado del Atlético de Madrid. Más allá de sus habilidades futbolísticas, la historia de Derek es un testimonio de resiliencia y dedicación.
Su viaje en el mundo del fútbol comenzó en el club América Coapa, filial de las Águilas en la segunda división de la Ciudad de México. Impulsado por su talento y el apoyo incondicional de su padre, Derek cruzó el Atlántico para probar suerte en Europa.
La Agrupación Deportiva Alcorcón, con sede en Madrid, España, fue el trampolín que lo catapultó al escenario europeo. Destacándose en sus fuerzas básicas con actuaciones destacadas y numerosos goles, captó la atención del Atlético de Madrid.
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Actualmente, Derek se enorgullece de portar el número 19 y ha dejado su huella en la última temporada de la liga juvenil con 18 goles, incluso después de superar una lesión que lo apartó del campo durante tres meses.
"Comencé en México, en el club América desde pequeño. Luego, nos mudamos a Madrid, donde formé parte de las fuerzas básicas de Alcorcón. Trabajé duro y todo salió bien. El Atlético me brindó la oportunidad, y ya lleva dos años, estoy realmente contento. Al principio fue un ajuste complicado, pero me adapté y tuve esta oportunidad.", señaló.
Además de su talento en el campo, Derek enfrenta el desafío de vivir lejos de su país natal. "Vivo en España con mi padre, pero él regresará a México. Mi madre falleció hace algunos años, y nos trasladamos a Madrid para cambiar de aires. Extraño mucho mi país, es donde nací. Aunque es complicado, ya que voy, paso tiempo con la familia, pero luego regreso y no estoy con ellos. Quisiera regresar a jugar en algún momento, por mi familia. México es especial para mí."