Luis Rubiales renunció a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras ser suspendido durante 90 días por la FIFA.
"Hoy he transmitido a las 21:30 al Presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de Presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido", señala en su cuenta de la red X (antes Twitter).
El español dijo que "es evidente" que no podrá volver a su cargo, por lo que "insistir" en quedarse "a la espera" y aferrarse al cargo no contribuirá "a nada positivo" ni a la propia RFEF "ni al fútbol español".
Asimismo, afirma que está seguro de que su marcha traerá la "estabilidad" necesaria que permitirá que tenga éxito la candidatura de España, Portugal y Marruecos al Mundial de 2030.
Precisa que "hay poderes fácticos que impedirán" su retorno, recuerda "la gestión" de su equipo en los cinco años que ha estado en el cargo y asevera que no quiere que el fútbol español "pueda resultar perjudicado" por lo que entiende "toda esta campaña tan desproporcionada".
"Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca", subraya Rubiales, quien expresa que sus hijas, familia y su gente querida "han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo".
Concluye su escrito deseando suerte a trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol y da las gracias a los que le han apoyado.
Luis Rubiales deja la RFEF después de cinco años convulsos por lo acaecido tras la final del Mundial Femenino, en donde besó sin su consentimiento a Jenni Hermoso, y tras asegurar en la última Asamblea General Extraordinaria del día 25 de agosto que no iba a dimitir, tras la cual fue inhabilitado por la FIFA, lo que motivó inicialmente que Pedro Rocha se convirtiera en presidente interino. Con información de EFE.