La historia deportiva indica que Estados Unidos es una potencia en básquet y, por ello, constantemente tiene favoritismo para consagrarse en el Mundial de la categoría. Precisamente, en la edición 2023 del citado torneo, que se desarrolla en Filipinas, Japón e Indonesia, el conjunto norteamericano aspira a volver al trono, después de fracasar en el 2019. Bajo la dirección técnica del experimentado Steve Kerr, el plantel, que reunió a los jóvenes talentos de mayor proyección en la NBA, se ha ido consolidando en los juegos amistosos previos y el arranque en la competición tuvo un rotundo éxito al vencer a Nueva Zelanda (99-72) a Grecia (109-81) y a Jordania (110-62).
Desde que se anunció la convocatoria oficial, los focos estaban puestos en Paolo Banchero, el alero de 20 años que recién culminó su primera temporada con la camiseta de Orlando Magic. El preponderante deportista había tenido pocos minutos en los duelos de preparación, debido a su rehabilitación por una lesión en la espalda, aunque no había dudas de su aporte: alcanzó 21 puntos en la victoria 99-72 ante Nueva Zelanda en el debut mundialista. Si mantiene el ritmo, será el máximo anotador de su escuadra en todos los choques del certamen. Para conocer la programación de partidos y apostar, está activada la sección sobre los pronósticos gratis Copa del Mundo de Básquetbol 2023 en SportyTrader.
No obstante, hay más caras resaltantes en el representativo estadounidense, como Austin Reaves, quien fue el más ovacionado por los hinchas en la exhibición individual de la plantilla: su presencia causa mucha expectativa. El base de 25 años, que solo tiene dos campañas con Los Angeles Lakers, no brilla por su fortaleza física, sino gracias a su rapidez mental y habilidad para tomar buenas decisiones en la cancha: brindó seis asistencias en el estreno oficial. Además, suele ser efectivo en disparos de triples y registró dos canastas en el mismo número de intentos (12 puntos en total).
De igual forma, un equipo no podría estar completo sin jugadores vitales en labores defensivas y la selección de Estados Unidos posee suplementos relevantes. En esta condición, aparece Anthony Rubén Edwards -14 unidades personales-, pues se hizo con siete rebotes contra Nueva Zelanda, todos a la hora de cuidar su aro. La función también fue cubierta por Jaren Jackson Jr. y Tyrese Haliburton, ambos con cuatro recuperaciones del balón y aportando 12 y 10 en la tabla de puntuación, respectivamente. El promedio fue alto, dado que permanecieron menos de 18 minutos en el campo.
A la vez, Jalen Brunson (24:44 min.) y Mikal Bridges (19:14 min.) consiguieron cuatro rebotes, pero aún deben corregir su precisión en los lanzamientos. El escolta de New York Knicks logró 10 puntos y cuatro asistencias; mientras que el alero de Brooklyn Nets obtuvo siete unidades. El desempeño colectivo irá afinándose con el avance de los cotejos y aún se espera más de lo que puedan producir Brandon Ingram, Josh Hart y Bobby Portis, actores de reparto que potenciarán el combinado a la hora de la rotación. Lo mismo ocurre con Cam Johnson y Walker Kessler, quienes no han tenido gran protagonismo por el momento.