El Gran de Premio de Estados Unidos fue todo un espectáculo más allá de la pista de Austin con la imprevista descalificación de Lewis Hamilton y Charles Leclerc (quien había ganado la pole en la clasificación del Sprint Shootout), permitiendo una ventaja a los demás pilotos, entre ellos, Sergio ‘Checo’ Pérez.
¿Qué pasó en la carrera?
Tanto Leclerc, que había quedado en sexto lugar, como Hamilton—que acabó segundo en la carrera, por detrás del neerlandés Max Verstappen (Red Bull)—fueron investigados por irregularidades en el fondo plano de sus monoplazas por la FIA (Federación Internacional del Automóvil), que finalmente confirmó su descalificación.
Por ese motivo, Carlos Sainz, acabó la prueba oficialmente en el tercer puesto, por detrás de Verstappen y del inglés Lando Norris (McLaren), que había cruzado la meta en tercera posición y avanzó una.
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El mexicano Sergio Pérez (Red Bull), había concluido en quinto, pero finalmente ascendió a la cuarta posición en la clasificación oficial.
La descalificación de Leclerc y de Hamilton sirvió también para que los dos pilotos de Williams, el tailandés Alex Albon y el estadounidense Logan Sargeant, que habían acabado undécimo y duodécimo, entren en los puntos: en el caso del debutante norteamericano, por primera vez en su carrera en la F1.
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¿Qué tenían los coches de los pilotos?
Según se informó que los coches Lewis Hamilton y Charles Leclerc no estaban conformes al reglamento que pone de manifiesto las limitaciones de los controles de la Fórmula 1.
Es decir que, las monoplazas de ambos pilotos no fueron revisadas después del GP de Japón como corresponde a las verificaciones posteriores del nivel más básico, que incluye comprobaciones de temperaturas, torques, software, combustible y componentes.
Por ello, es que los pilotos fueron descalificados en el Gran Premio de EU, dando una ventaja al resto de los piltos, y beneficiando a ‘Checo’ Pérez en la cuarta posición mientras que ‘Mad’ Max fue inmune al obtener el primer lugar.