Ha pasado menos de un mes desde que Argentina se coronó en Qatar 2022 y en Estados Unidos ya se notan los beneficios económicos por ser una de las sedes del Mundial 2026.
De Nike a Volkswagen y Deloitte, el 100 % de los patrocinadores con los que la Federación estadounidense (USSF) quiso renovar su contrato, lo hicieron, según datos a los que tuvo acceso EFE.
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El nuevo formato, estadios de vanguardia y el ‘boom’ de la pasión por el fútbol convierten la próxima Copa del Mundo en una oportunidad única de negocios.
De Oriente Medio al Nuevo Mundo, el Mundial regresa a América en 2026, con Estados Unidos, Canadá y México como sedes. ‘US Soccer’, que vivió un 2022 histórico con la firma del convenio de igualdad salarial entre selección femenina y masculina, ya invirtió en el próximo cuatrienio.
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Nueva presidenta, nuevo director legal y nuevo director comercial. Un equipo de élite que ya firmó un contrato millonario con ‘Turner Sports’, parte del coloso Warner, para los derechos de los partidos de la selección estadounidense en inglés.
En los últimos meses, US Soccer cerró negociaciones con marcas como Nike, Volkswagen, Deloitte, Chipotle, Allstate, Anheuser Busch, entre otras, para trabajar juntos de cara al Mundial femenino de 2023 y al masculino de 2026.
Además, con el comienzo de 2023 se hizo oficial el regreso de los derechos comerciales, que por veinte años fueron manejados por el organismo ‘Soccer United Marketing’.
La Federación vuelve a tener poder de negociación en ámbitos fundamentales como los derechos de medios, patrocinio o productos al consumidor. Con el aliciente del Mundial, en USSF existe la convicción de poder dar significativos pasos adelante a nivel económico y deportivo.
El mundial más grande de siempre
Un nuevo formato, con 48 selecciones en vez de 32, Estados Unidos, México y Canadá como países anfitriones y casi 5.000 kilómetros entre Vancouver, la sede más norteña, y Ciudad de México, la más sureña: así será el Mundial de 2026, el próximo capítulo en la gloriosa historia mundialista.
Será un Mundial de récord, por el número de selecciones, 48 por primera vez, y por las enormes distancias entre las 16 sedes, 11 en Estados Unidos, dos en Canadá y tres en México, que se convertirá en el primer país en organizar tres ediciones de una Copa del Mundo, tras 1970 y 1986.
La leyenda del Estadio Azteca de Ciudad de México, el ‘glamour’ del nuevo SoFi Stadium de Los Ángeles, nuevas cunas del ‘soccer’ estadounidense como Atlanta, Houston o Kansas City albergarán un torneo que volverá a disputarse en junio y julio y que en Estados Unidos se ve como punto de inflexión para añadir definitivamente el fútbol a la lista de deportes nacionales.
El reino de Argentina, la nueva oportunidad de España, que fue cuartofinalista en USA’94, el posible regreso de Italia cuatro veces campeona del Mundo, pero ausente en las últimas dos ediciones, o el último tren de Neymar Junior añaden ilusión y expectación de cara al nuevo torneo.
2026, el año de la revolución
El crecimiento vertical de la MLS, que ya no solo atrae a estrellas en declive, sino también a jóvenes talentos en busca de un trampolín para afirmarse, y el buen papel de la selección estadounidense en Catar dispara el entusiasmo en un país que ya se está contagiando con la pasión por el fútbol.
Tanto en la cúpula directiva de la MLS como entre los futbolistas de la liga no hay dudas de que 2026 será el año de la revolución para el fútbol estadounidense.
«La experiencia de Estados Unidos en Catar va a ser clave en 2026. Van a jugar algo grande en casa y ojalá lleguen a la final del Mundial», aseguraba Alejandro Bedoya, capitán del Philadelphia Union, en una reciente entrevista con EFE.
«En 2026, cuando los jugadores van a venir aquí para el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México, van a ver el nivel de las instalaciones y van a querer quedarse aquí. Ese puede ser el paso definitivo para atraer a las estrellas», dijo a EFE Alfonso Mondelo, director deportivo de la MLS.
La carga de los 100.00 en el SoFi Stadium de Los Ángeles
Estados Unidos será el corazón del Mundial 2026 con once ciudades anfitrionas y una mezcla de estadios icónicos e instalaciones ultramodernas que añadirán brillo a la competición.
Se pasará del MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey) al magnífico SoFi Stadium de Los Ángeles, con capacidad para 100.000 espectadores. La casa de los Rams y de los Chargers en la NFL ya albergó el Super Bowl de 2022 y será una vitrina inmejorable para los partidos del Mundial.
La FIFA también aprobó las candidaturas de ciudades con una cultura futbolística relativamente nueva, pero llena de entusiasmo, como Atlanta, con su Mercedes Benz Arena, Kansas City o Miami, que puso a disposición los 64.000 asientos del Hard Rock Stadium.
El regreso del Azteca, el debut de Canadá
Regresará el mito del estadio Azteca, el teatro de la final Brasil-Italia de 1970, de aquel glorioso cabezazo del brasileño Édson Arantes do Nascimento ‘Pelé’, y del golazo del argentino Diego Armando Maradona a Inglaterra en 1986.
Ciudad de México, Guadalajara, con el estadio Akron, y Monterrey, con el estadio BBVA, serán las sedes mexicanas de un Mundial en el que se estrenará como país anfitrión Canadá.
Tras el Mundial femenino de 2015, el país norteamericano albergará partidos de la Copa del Mundo 2026 en Toronto y Vancouver. ‘Canada Soccer’, con estrellas como Alphonso Davis o Jonathan David, también está dando pasos agigantados en su cultura futbolística.
Quedan tres años y medio de intenso trabajo para que los focos vuelvan a encenderse en el Mundial, esta vez en el ‘Nuevo Mundo’, para el evento más grande de siempre.