El mexicano Sergio 'Checo' Pérez, tercero en el Mundial de Fórmula Uno, declaró este jueves en el circuito de Marina Bay, sede del Gran Premio de Singapur, el decimoséptimo del año, que desde su óptica, a falta de seis carreras, tienen que "acabar la temporada al alza".
"Desde mi punto de vista no cambia nada, tenemos que centrarnos en nosotros mismos" respondió el mexicano de Red Bull a EFE, aún con posibilidades matemáticas de ganar un Mundial que nadie duda que se anotará su compañero, el neerlandés Max Verstappen, al ser cuestionado durante la rueda de prensa oficial de la FIA (Federación Internacional del Automovilismo) que tuvo lugar este jueves en el circuito de Marina Bay: sede de la ya tradicional carrera nocturna recuperada este año tras dos de ausencia en el calendario, a causa de los pandemia de la Covid-19.
"Nosotros tenemos que hacer nuestro propio trabajo; porque está claro que es sólo una cuestión de tiempo antes de que Max (Verstappen) gane el campeonato", comentó 'Checo', nacido hace 31 años en Guadalajara, Jalisco, que es tercero en el Mundial de pilotos, con 210 puntos, 125 menos que Verstappen, junto al que lidera también claramente para Red Bull el Mundial de constructores.
"Así que, desde nuestro punto de vista, lo que tenemos que hacer es centrarnos en nosotros mismos, con miras a acabar la temporada al alza después de estas últimas seis carreras", apuntó a EFE el bravo piloto tapatío -que este año, al ganar en Mónaco elevó a tres su número de victorias en la F1- este jueves en Singapur. Un Gran Premio en el que ha acabado en los puntos en siete ocasiones, pero en el que aspira a subir por primera vez al podio, ya que su mejor resultado es el quinto que logró en 2017 con Force India.
Sin embargo, su mejor recuerdo de Marina Bay data de 2014, cuando, tras arrancar decimoquinto, acabó séptimo. "Ése es el mejor recuerdo que tengo: salía desde atrás y recuperé; fue una gran carrera", agregó el talentoso piloto de Jalisco, que suma 22 podios, de ellos siete esta temporada.
"Ya tengo ganas de que arranque esta carrera, porque aquí nunca subí al podio. Y me gustaría hacerlo", comentó 'Checo' este jueves en el circuito singapurense.
"Este circuito es muy exigente. Es un reto grande, si no el que más. No sólo por las condiciones climáticas (de mucho calor y humedad extrema: Singapur está sólo 150 kilómetros al norte del ecuador), también en cuestiones de manejo, de pilotaje. Es una pista con muchas curvas (23, en la que se rueda en sentido inverso al de las manecillas del reloj), no muy ancha; y en la que hay que librar el coche de los muros", explicó.
"Pero está claro que en el aspecto físico es una carrera durísima, porque hay un momento en el que cada vez sube más la temperatura dentro del coche", precisó.
"Llegas a rezar para que salga un 'safety car' o algo así y que baje la temperatura. Las últimas 20 vueltas (de un total de 61) son muy duras y cada vez todo va a peor. Desde la decimoquinta vuelta la cosa se empieza a poner muy difícil", comentó.
"Creo que Ferrari volverá a ser fuerte aquí, lo han sido en todos los circuitos urbanos", dijo 'Checo', que, si gana en Singapur -después de haberlo hecho en Mónaco- se convertiría en el primer piloto en ganar en las dos pistas urbanas más icónicas del campeonato desde que lo hiciese el cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) en 2011, cuando militaba en Red Bull y antes de lograr el segundo de sus cuatro títulos seguidos.
"Puede que Mercedes también esté en la batalla", precisó, no obstante, Sergio Pérez ,al ser preguntado por las 'flechas plateadas'.
Acerca de las diferencias de este Gran Premio y el de Malasia (Kuala Lumpur está a 350 kilómetros al norte de Singapur), de condiciones climáticas muy parecidas, 'Checo', segundo en Sepang en 2012 -el día que ganó, logrando su tercer triunfo en esa pista, el doble campeón mundial español Fernando Alonso, entonces en Ferrari- manifestó que Marina Bay "es más difícil que Malasia, porque aquí hay más curvas".
"En Malasia hay más rectas y eso lo hace algo menos exigente", apuntó el mexicano de Red Bull, que admitió que -asimismo por las exigentes circunstancias derivadas de la meteorología- este año les había sorprendido las condiciones climáticas que se encontraron "en Miami (EEUU)".