La directiva de los Tigres de Quintana Roo anunció que el domingo 18 de julio al finalizar la serie ante Olmecas de Tabasco, dejarán de jugar en el estadio Beto Ávila por lo que resta de la temporada como local.
De este modo, se dará paso a la construcción de lo que será el nuevo parque de beisbol.
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Los directivos indicaron que a la brevedad posible darán a conocer en qué estadio y localidad jugarán las series que restan al calendario de Liga Mexicana como locales.
Encuentros que serían ante los Leones de Yucatán y el Águila de Veracruz, así como en caso de lograr la clasificación a los playoffs por el campeonato.
Al final del comunicado, la directiva de los Tigres agradeció a los abonados, seguidores, aficionados y simpatizantes del equipo, quienes han demostrado su fidelidad hacia los colores del club, a los cuales indicaron que los esperan el próximo año en la inauguración del nuevo estadio.
Rehabilitarán el estadio Beto Ávila de Cancún
El viernes pasado, Román Guillermo Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) realizó la presentación oficial del proyecto de rehabilitación del estadio Beto Ávila de Cancún.
Así como la construcción de otros espacios deportivos en la Supermanzana 21 como parte del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU), las cuales se concretarán con una inversión federal de 205 millones de pesos.
La remoción del Beto Ávila de Cancún es parte de un proyecto de rehabilitación de tres estadios en el Sureste mexicano entre las que se encuentran también el Centenario 27 de Febrero, casa de los Olmecas de Tabasco, así como el Nelson Barrera Romellón, de los Piratas de Campeche.
Los trabajos correrán a cargo de la firma Constructora Maíz Mier, propiedad de José Maíz García, presidente de los Sultanes de Monterrey y de acuerdo con la SEDATU, deberán estar listos en 170 días naturales (casi seis meses), contados a partir del día hábil siguiente a la formalización del contrato respectivo.
La casa del equipo Tigres de Quintana Roo fue inaugurado el 23 de noviembre de 1980, con una capacidad de 4 mil 500 espectadores, teniendo a la fecha una vida útil de 41 años.
Con el tiempo, en 2007 se remodeló y se amplió su capacidad hasta los 9 mil 500 espectadores y este domingo, Los Tigres dejarán de jugar en el Beto Ávila y cerrará para dar paso a una remodelación total.