El astro argentino, Diego Armando Maradona, considerado uno de los mejores futbolistas de la historia, murió este miércoles a la edad de 60 años, sí, un 25 de noviembre, el mismo día que su amigo, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
Hace cuatro años moría en La Habana, Cuba, Fidel Castro, personaje que tomó el poder Cuba tras derrocar al dictador, Fulgencio Batista en 1959, instalando un régimen marxista, alineándose con Rusia y convertirse así en uno de los enemigos políticos de Estados Unidos.
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La política de Castro gustó al astro argentino al grado de llamarlo "el más grande y (lo consideraba) un segundo padre".
Ambos iconos, uno de en la política de Cuba y otro más en el balompié por Argentina, se conocieron en 1987 cuando el socialista le regaló una gorra militar al ‘Pibe’, mientras que Maradona le obsequió una camisa de la ‘Albiceleste’, sí, una edición del jersey campeón en la Copa del Mundo de México 1986.
Cuando el comandante murió, Maradona confesó qué lloró inmensamente y que dejaría Croacia, (país en donde se encontraba jugando un torneo de Tenis) para estar en el sepelio de su “gran amigo”. Una prueba de su lealtad a Castro es que tenía un tatuaje del cubano en su pantorrilla izquierda.
Además, ‘El 10’ en repetidas ocasiones ante los medios defendió la Revolución Cubana, mientras que Fidel aseguraba que Diego Armando era un gran amigo: “es mi amigo. No hay duda de que es un atleta maravilloso y mantiene una amistad con Cuba sin ninguna ganancia material para él”.
Finalmente, el astro sudamericano confirmó su amistad con el líder revolucionario en su biografía donde escribió:”A Fidel Castro y, por medio de él, a todo el pueblo cubano”.