Acostumbrado a que las noches europeas le cieguen y le reduzcan a equipo del mont\ón, el Paris Saint Germain torn\ó su habitual somnolencia en el Viejo Continente en pesadilla y devor\ó a un Manchester United (0-2) absorto en un favoritismo que nunca existi\ó.
Los parisinos, llevados de la mano del gran planteamiento de Tuchel, que cans\ó y maniat\ó a los ‘Diablos Rojos’, dieron la estocada en una segunda parte que evidenci\ó la mayor competitividad de quienes vistieron de blanco este martes.
Los goles de Presnel Kimpembe y de Kylian Mbapp\é dejan la eliminatoria de octavos de final pr\ácticamente decantada, en la que Ole Gunnar Solskjaer, que vio rota su racha de once partidos invicto, necesitar\á de su primer milagro como entrenador del United para estar en cuartos.
Un minuto de aplausos, en homenaje al fallecido jugador argentino Emiliano Sala, dio paso a una primera parte en homenaje al juego duro y a la especulaci\ón cl\ásica de las eliminatorias a doble partido.
El United, casi sin quererlo, se hab\ía impuesto el cartel de favorito ante las bajas de Neymar y Edinson Cavani y el PSG, con la urgencia de utilizar a Dani Alves en el extremo izquierdo, part\ía como la falsa cenicienta.
Solskjaer y Tuchel posicionaron las fichas y estas se encargaron de enzarzarse en una batalla que dej\ó de ser t\áctica para convertirse en una guerra de trincheras alejada del f\útbol.
Y eso que se atisb\ó un amago de partidazo en unos primeros minutos marcados por un disparo de \Ángel di Mar\ía desviado y un intento de sorpresa por parte de Marcus Rashford que puso en tensi\ón a Gianluigi Buffon, perenne en las porter\ías de Europa.
Pero la verdadera trifulca se mont\ó en cada choque de piernas, denotando la presi\ón de un duelo que pone en el disparadero los proyectos de Solskjaer y Tuchel.
Cinco amarillas en apenas 34 minutos mostraron la dureza del partido, que tuvo su punto \álgido cuando estall\ó una peque\ña tangana en campo del United. Ashley Young empuj\ó en carrera a Di Mar\ía, maltratado por Old Trafford por su pasado como ‘Diablo Rojo’, y le estamp\ó contra la valla. El ingl\és ya ten\ía amarilla, pero Daniele Orsato mir\ó para otro lado y Young se fue de rositas.
El f\útbol castigar\ía minuto m\ás tarde a los locales, con las lesiones de Anthony Martial y Jesse Lingard; este \último se tuvo que marchar -entr\ó Alexis S\ánchez- antes del descanso. Martial esper\ó al intermedio para dejar su sitio a Juan Mata.
Los franceses que hab\ían percibido el inerte peligro del United, salieron en la segunda parte a acrecentar su dominio y comenzaron a pinchar en la tantas veces inestable defensa roja.
Di Mar\ía arranc\ó a hacer estragos y el PSG dispuso de un cabezazo de Mbapp\é, pr\ácticamente desaparecido todo el encuentro, que De Gea desvi\ó a c\órner.
El saque de esquina, en el que el propio De Gea se qued\ó inocente bajo los palos, vio llegar a Kimpembe en el segundo poste y empujar a las redes la esperanza de los ingleses y la racha de Solskjaer con su primer gol como profesional en 96 encuentros.
M\ás a\ún se intensific\ó la crisis roja cuando Young, quien deb\ía estar fuera en la primera parte, destac\ó sus carencias defensivas y permiti\ó las flechas en forma de contraataques de los galos.
Marquinhos lanz\ó la bola, Di Mar\ía lleg\ó hasta el fondo y le puso la pelota en la frontal del \área a Mbapp\é para que definiera el partido y qui\én sabe si la eliminatoria.
Y si no fuera por De Gea la ventaja francesa pudo ser mayor.
La vuelta, el pr\óximo 6 de marzo, determinar\á si habr\á milagro de Solskjaer o si el PSG volver\á a su barrera psicol\ógica de los cuartos de final. Ahora, la pesadilla, la tiene el United, que adem\ás no podr\á contar con Pogba, expulsado por doble amarilla.