El piloto mexicano de Fórmula 1, Sergio Pérez dijo el sábado que tomó acciones legales contra su equipo Force India para salvar 400 empleos.
Pérez dijo que le dio mucha pena tener que reclamar el dinero adeudado, lo que pone al equipo basado en Reino Unido en concurso de acreedores, pero el piloto insiste en que su motivación no fue personal.
El mexicano dijo a periodistas en el Gran Premio húngaro que pasó un mes muy duro tanto a nivel emocional como mental y que su desempeño se ha visto afectado por la precaria situación financiera del equipo.
Force India, la escudería de la cual el empresario indio Vijay Mallya es copropietario y que se ubica quinta en el torneo, entró en convocatoria de acreedores el viernes en el Tribunal Superior de Londres.
“Amo a Vijay. Mi corazón está roto porque sé que esto no es lo ideal para él en el corto plazo, pero el panorama general es realmente diferente”, dijo Pérez. “La conclusión es que hacíamos esto o el equipo hubiera quebrado. Eso es lo que me dijeron los abogados y miembros del equipo”, agregó.
La medida legal de Pérez elimina la amenaza inmediata de cierre y también supera la resistencia de los accionistas a vender.
El reclamo del piloto mexicano por el dinero que le deben -unos 4 millones de euros, mayormente de la última temporada- estuvo apoyado por el proveedor de motores Mercedes y por el patrocinador del equipo BWT, que dijo que también le debían sumas considerables.
Con hasta cinco partes interesadas, una venta parece inminente y un receso en agosto después del Gran Premio del domingo le da al equipo algo de tiempo para resolver su futuro antes de volver a competir.