El psicólogo deportivo que trabajó con las selecciones de Argentina y Colombia en dos Mundiales, Marcelo Roffé, estima que Francia será un rival duro para la “Albiceleste” pero el equipo de Lionel Messi ya reaccionó: “Nunca hay que darla por muerta”, sostiene.
Como profesional fue convocado en 2000 por el DT José Pekerman, con quien colaboró por 15 años, desde los juveniles albicelestes hasta la selección mayor en el Mundial de Alemania-2006.
Lo siguió al Toluca de México y luego a Colombia para el Mundial de Brasil-2014, cuya experiencia volcó en el último de sus once libros, “Formando al líder de un equipo” (2016) con prólogos de Javier Mascherano y Mario Yepes.
Este “messista“, como se define en su cuenta Twitter, recibió a la AFP en su consultorio en Buenos Aires, donde en una pared cuelga enmarcada una camiseta albiceleste número 10, autografiada por la estrella del Barcelona, uno de los jugadores que trató desde el Sub-15, junto a otros como Mascherano, Sergio Agüero, Lucas Biglia y Gabriel Mercado.
PREGUNTA: Algunos dicen que la selección argentina tiene un problema psicológico…
RESPUESTA: Lo psicológico no hay que eliminarlo ni sobredimensionarlo. Es el 25%. La gente exagera. El rendimiento tiene 25% táctico, 25% técnico, 25% físico y 25% mental. Cuando no se hace entrenamiento mental, se da ventaja pero lo primero es el orden táctico, tiene que haber una idea del juego. Aunque tengan actitud y mentalidad ganadora no sirve para nada si se está perdido en la cancha. Argentina es un país cruelmente exitista, donde se instaló que el que sale segundo es el primero de los fracasados, y como la selección viene de perder tres finales (Brasil-2014, Copa América Chile-2015 y Copa Centenario EEUU-2016), eso aumenta la mochila.
P: ¿Quién tiene que ser el líder el entrenador o el capitán?
R: Las dos cosas. Adentro de la cancha el caudillo, el motor, el alma del equipo es Mascherano, y el líder afectivo y futbolístico es Messi. Pero tiene que haber un líder afuera que ordene, que seduzca, que los convenza del sistema de juego y que puedan llegar juntos al objetivo. Jorge Sampaoli es un muy buen entrenador, pero se equivocó de entrada al decir: éste es el equipo de Messi, porque se sacó autoridad como líder y le metió más presión a él.
– Messi y Maradona –
P: ¿A Messi le cuesta ponerse el equipo al hombro?
R: Messi es Messi, no es Maradona. Esa es una confusión que arrastran los argentinos. Si le pedís a Messi que sea Maradona, es un problema porque Maradona hubo uno solo y era un caudillo. Messi es un líder futbolístico, afectivo, pero no es un caudillo. La épica de Maradona en México-1986 e Italia-1990 dejó la vara muy alta. ¿Por qué Messi tiene que cargar con eso?. Eso solamente pasa en un país cruel, apasionado en exceso. Es el único país que habla mal del mejor jugador del mundo, que lo critica y lo hizo renunciar (2016). No es normal. Pero tampoco es normal que el equipo o Messi juegue como lo hizo ante Croacia (cayó 3-0) y después juegue como frente a Nigeria (ganó 2-1). Es un reflejo de la bipolaridad argentina.
P: ¿Cuesta ser Messi?
R: Es muy difícil ser Messi, tiene que demostrar todo el tiempo que es el número uno. El es un ejemplo de amateurismo: un jugador que gana diez millones de euros por mes y tiene ganas de batir récords todo el tiempo y sigue haciendo goles y quiere nuevos desafíos. El se mata por la Selección, ama a la Selección cuando podría estar tranquilo en la de España. Es humilde, buena persona. Creo que como sociedad no lo terminamos de valorar y por momentos no lo merecemos. Nunca cuidamos a nuestros ídolos.
P: ¿Qué le diría a los argentinos antes del partido contra Francia por los octavos de final?
R: No creo ni en la depresión ni en la manía, hay que tener mesura. El partido con Francia va a ser un partido difícil. Francia tiene grandísimos jugadores, pero Argentina tiene mucha historia. Ahora los jugadores ganaron en confianza y nunca hay que dar a Argentina por muerta.