Alemania, que tiene entre sus motivos de orgullo ser pionera en la explotación de los datos (Big Data), sigue apostando para el Mundial de 2018 en sus herramientas interactivas, que permiten a los jugadores un análisis más profundo de sus actuaciones y de las de sus rivales.
“Los jugadores de ahora son de otra generación, que necesita una estimulación visual”, constata el seleccionador Joachim Löw.
“No son simples receptores de órdenes, quieren ver y volver a ver por ellos mismos las acciones del juego bajo ángulos diferentes. Quieren información, críticas y, sobre todo, soluciones”, apunta.
México, rival del debut mundialista del domingo en Moscú, no tiene secretos para ellos, si son ciertas las palabras del analista jefe de la Mannschaft, Urs Siegenthaler, cuyo lema es “Un partido se decide antes de que comience”.
“Cuando cometemos un error de situación o de pase, en la grada, en la televisión, todo el mundo puede ver instantáneamente lo que se hubiera tenido que hacer, pero nosotros en el campo tenemos una visión diferente”, afirma el volante defensivo Joshua Kimmich.
“En vídeo se ven las otras opciones que se nos planteaban. A largo plazo, este trabajo brinda los pilares para mejorar, si uno analiza las propias debilidades con un ojo crítico”, subraya.
Para los que tienen especial curiosidad por sus propias informaciones, el cuerpo técnico les envía directamente las acciones interesantes de su análisis a su propio teléfono móvil.
Entre las virtudes del sistema alemán está la eficacia con el uso del tiempo, evitando tener que revisionar partidos enteros, algo especialmente valioso en un torneo donde hay encuentros cada pocos días.
“Antes te citabas con un jugador y veías el vídeo con él. Ahora pueden hacerse su propia visión del asunto”, destaca el mánager de la Mannschaft, Oliver Bierhoff.
Joachim Löw, convencido de que esas tecnologías van a ir ganando importancia en el fútbol, no esperó al Mundial de Rusia para intentar aprender de ellas.
Ya desde que llegó al puesto en 2006, sus ayudantes comenzaron a elaborar montajes de vídeos para cada potencial internacional alemán, mostrando sus mejores y peores acciones en sus partidos, acompañadas de comentarios del seleccionador y de consejos individualizados sobre los puntos que deben mejorar.
La filosofía es la misma para este Mundial de 2018, aunque las herramientas tecnológicas no dejan de evolucionar.
“Seguimos buscando ir por delante que nuestros competidores” también en esta cuestión, se enorgullece Bierhoff, convencido de que esta forma de trabajar contribuyó mucho al título del Mundial de hace cuatro años en Brasil.
En su opinión, las posibilidades de la informática y el uso que de ellas hace Löw supone “del 5 al 10% para el éxito del equipo”.
¿Consultará el seleccionador alemán las bases de datos antes de elegir sus alineaciones en este Mundial? “No”, asegura Bierhoff. “Es siempre el ser humano el que decide. Joachim Löw continúa confiando en su intuición, ya que los jugadores aportan sobre el terreno de juego algo más que estadísticas, como su influencia en el equipo, su mentalidad o su carácter”, señala.
Los adversarios de Alemania saben que tendrán que enfrentarse a este duodécimo jugador en la sombra en sus duelos contra el defensor del título mundial.