El empresario y ex presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, ha sido condenado a tres años de cárcel y al pago de una multa de 1,25 millones de euros por defraudar a la Hacienda Pública española al ocultar “cuantiosas rentas” en las declaraciones de IRPF correspondientes a los años 2008 y 2009.
Este es el veredicto dictado por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid, en una sentencia fechada el pasado 29 de octubre, a la que tuvo acceso este diario. El tribunal, presidido por el magistrado Arturo Beltrán -el redactor de la sentencia fue el juez Jesús Ángel Guijarro-, considera probado que Sanz, “de forma intencionada”, no declaró en el IRPF unos ingresos de casi seis millones de euros en esos dos años “para obtener un beneficio fiscal ilícito” de 1,24 millones.
“Se ha acreditado la existencia del impago de las obligaciones tributarias correspondiente a las declaraciones del IRPF de los ejercicios de 2008 y 2009”, advierten los jueces, que no pasan por alto que el “criminalmente responsable” es el ex presidente del Real Madrid “por su participación directa, material y voluntaria”.
Los hechos delictivos probados por el tribunal revelan que Sanz y su esposa María Luz Durán Muñoz ocultaron a la Agencia Tributaria más de 465.000 euros en rendimientos del trabajo, tanto dinerarios como en especie; 5,3 millones de euros en ganancias obtenidas de su patrimonio; y 251.000 euros ingresados en cuentas bancarias y no justificados. En este último caso, el tribunal resalta que se trata de “importantes cantidades cuyo origen no se ha justificado”.
En este sentido, conviene recordar que el empresario tiene abierto otro procedimiento por un presunto delito de insolvencia punible en el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid. En este caso, la investigación dispone de informes realizados por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (Udef) sobre un presunto delito de blanqueo de capitales, tras detectar desvíos de dinero a paraísos fiscales por más de 13 millones de euros.
Los magistrados de la Audiencia Provincial reconocen que el ex presidente del Real Madrid admitió los hechos y su culpa, pero dejan claro que no por ello tuvieron en cuenta esta situación como circunstancia atenuante a la hora de fijar la condena.
“No se puede aplicar una confesión tardía que vendría a justificar otras maniobras encaminadas a suavizar una condena como última arma de defensa”, considera el tribunal. En este sentido, tampoco admitieron la circunstancia de reparación del daño al decidir la condena.
“Es obvio que el acusado ha movido todos los hilos de que disponía para hacer frente a esta responsabilidad de reparación del daño”. Precisamente, los jueces hacen referencia a las hipotecas constituidas sobre los bienes de sus hijos, para pagar así el perjuicio causado a Hacienda.
El abogado del empresario, Abel Isaac de Bedoya, alegó también la dilación del procedimiento para pedir una rebaja de la pena. El proceso empezó el 20 de junio de 2014 y la sentencia ha llegado cuatro años después. La respuesta del tribunal fue clara: el retraso se debió a “circunstancias personales del acusado”. En concreto, “temas de enfermedad o desplazamientos de domicilio o viajes surgidos de improvisto”.
María Luisa Durán ha sido considerada como responsable civil directa del fraude cometido por su marido. Es por ello que el tribunal la condenó a responder a la mitad de la indemnización de 1,2 millones que Lorenzo Sanz debe pagar a Hacienda.
El Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado fueron las dos partes acusadoras en ese procedimiento. Ambas instituciones reclamaron al tribunal penas de prisión superiores a la condena impuesta. En el caso del fiscal, pidió cinco años y seis meses para Lorenzo Sanz. El abogado del Estado solicitó cuatro años.