¿Rusia, acusada de dopaje institucional durante los Juegos de Sochi 2014, será excluida de los Juegos de Invierno de Pyeongchang 2018? La decisión, de graves consecuencias, la tomará este martes el Comité Olímpico Internacional (COI) en Lausana.
El presidente ruso Vladimir Putin ya anticipó lo que sucederá: “Hay dos opciones, forzar a Rusia a participar bajo bandera neutra o no autorizarla. Las dos constituyen una humillación para el país”.
“Esto hará daño al movimiento olímpico”, añadió, consciente del peso histórico de su país en el deporte mundial.
Los 14 miembros de la comisión ejecutiva, el gobierno del COI, tomarán su decisión el martes por la tarde. Thomas Bach, presidente de la institución, ofrecerá una conferencia de prensa a las 19h30 locales.
Una delegación del comité olímpico ruso, encabezada por su presidente Alexander Zhukov, miembro del COI, y compuesta por Vitaly Smirnov, presidente de la comisión antidopaje, y la doble campeona del mundo de patinaje artístico Evgenia Medvedeva tomará la palabra al comienzo de la reunión. “Tendrán la oportunidad de mostrar sus argumentos”, indicó un portavoz del COI.
Tras las abrumadores conclusiones del informe McLaren, solicitado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y que sacó a la luz en julio de 2016 un sistema de dopaje de Estado en Rusia, dos opciones aparecen en el horizonte del COI.
La primera: una prohibición total de participar en los Juegos, como decidió el Comité Internacional Paralímpico antes de los Juegos de Rio, al contrario del COI.
La segunda: Autorizar a los deportistas rusos ‘limpios’ a participar bajo bandera neutra, algo que Moscú no desea. Fue lo que hizo el COI en las pruebas de atletismo de Rio 2016.
El COI podría dejar a cada una de las siete federaciones de deportes de invierno la potestad de autorizar a los deportistas que considere ‘limpios’ a participar.