Lewis Hamilton podría transformarse este fin de semana en Texas en el primer piloto británico en coronarse cuatro veces campeón mundial de Fórmula Uno, mientras que Mercedes está a punto de obtener su cuarto título consecutivo en el Campeonato de Constructores.
Las posibilidades de que Mercedes, que le lleva 145 puntos de ventaja a Ferrari con cuatro carreras por disputar, cierre otra gran temporada en Austin parecen ser inmensas. Por otro lado, todo está dado para que Hamilton se convierta en el quinto piloto de la historia en ganar más de tres campeonatos desde que se disputó el primero en 1950.
Las casas de apuestas británicas están ofreciendo una probabilidad de 1/50 de que Hamilton, tricampeón del mundo, se llevará el título, lo que se compara con las 14/1 del piloto de Ferrari Sebastian Vettel, el rival más cercano del británico, y las 300/1 del finlandés Valtteri Bottas, el otro piloto de Mercedes.
Sin embargo, si bien Mercedes podría estar celebrando el domingo por la noche, Hamilton posiblemente tenga que esperar, ya que para coronarse en Austin debe terminar entre los dos primeros y ver en qué puesto finaliza Vettel.
Hamilton actualmente disfruta de una considerable ventaja de 59 puntos, cuando restan 100 en disputa. Debe sumar 16 más que el alemán el domingo para evitar que la batalla por el título continúe en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México el siguiente fin de semana.
El tercer lugar entrega 15 puntos y no será suficiente.
Vettel no pudo terminar en dos de las últimas tres carreras en Asia: una debido a un choque en la primera vuelta y la otra por un problema de bujías, por lo que no puede permitirse ningún otro problema mecánico de su Ferrari.
Hamilton, por su parte, ganó ocho y terminó segundo en tres de las 16 carreras disputadas.
En el Campeonato de Constructores, Ferrari necesita superar a Mercedes por al menos 17 puntos para evitar que la escudería alemana conserve su título en Austin, pero la única ocasión que Ferrari ha hecho esto la temporada 2017 fue en Mónaco en mayo, cuando Vettel y Kimi Raikkonen lograron un “uno-dos”.