Vivir en una ciudad es estar en medio del ruido, del apuro, el tránsito vehicular. Todos estos factores aunados a lo cotidiano minan nuestro equilibrio mental y ello nos lleva también a un desequilibrio y por ende, a la enfermedad física. Para evitar todo esto, existen diferentes técnicas que mejoran nuestra calidad de vida y nos llevan a encontrar serenidad en medio de la rutina. Hoy te hablaré de una muy sencilla: la técnica de la sonrisa interna.
Es un tipo de arte taoísta, un sistema filosófico que podrías adoptar como estilo de vida. Se basa en el concepto del chi, energía o esencia que activa el universo. Cada día usamos una parte de esta energía vital en nuestras actividades, cuando esta se debilita, nos sentimos exhaustos y nuestra salud se deteriora.
Para mejorar esta energía solo debemos aprender a relajar nuestro organismo, bajo la premisa de que la mente conduce al chi, el chi sigue a la mente y conduce; el cuerpo sigue al chi. Con la técnica de sonrisa interna dirigiremos nuestra energía a diferentes partes del cuerpo a fin de beneficiar a cada uno de nuestros órganos.
De hecho, estudios recientes relacionan algunos problemas de nuestros órganos con emociones específicas; por ejemplo, las personas con ira y mal humor tienden a ser propensos a problemas de hígado. La angustia o la tristeza pueden tener relación con el mal funcionamiento del páncreas y el miedo o la incertidumbre con problemas del riñón.
¿Qué pasa cuando sonreímos? Es muy sencillo. Nuestro cerebro toma la sensación de satisfacción y genera vibraciones positivas en todo nuestro organismo. Al sonreír, liberamos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, sustancias que ayudan a regular nuestra presión arterial y actúan en el organismo como antidepresivos. Nuestra sonrisa, de acuerdo con estudios científicos en la Universidad Estatal de Wayne, nos lleva a vivir mucho más tiempo, con mejor calidad de vida. Cuando sonreímos, se genera una enorme sensación de bienestar en el organismo. ¿Te has dado cuenta?
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