El té es la bebida más consumida en el mundo, con 6 mil millones de tazas al día, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Además, ha conseguido ganarse el aprecio entre las clases más altas y aristocráticas, así como las más populares de Europa, Asia o América, desde que un emperador chino tuviera la fortuna de ser el primero en probar esta infusión y comprobar sus beneficios.
El té se cultiva, tanto en ambientes tropicales como subtropicales y los países con mayor producción son China, India, Kenia, Sri Lanka, Turquía, Vietnam, Irán, Indonesia, Argentina y Japón. En la imagen, una trabajadora recoge hojas de té en una plantación de Kailasahar,.
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José Miguel Coleto, catedrático de la Universidad de Extremadura señala que, en el siglo XVIII, en el imperio británico se tomaba el café en una proporción del 60 por ciento frente al 40 por ciento que tomaba té. Pero en 1867 el hongo de la Roya del café destrozó todos sus cultivos, por lo que la población británica optó por consumir el té.
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Origen del té y beneficios
Entre los beneficios generales del té para la salud se encuentran su aportación para rebajar el colesterol y sus beneficios en las dietas alimenticias, aunque cada clase de té tiene unas propiedades específicas.
El descubrimiento del té viene acompañado de una leyenda china que cuenta que, hace más de 4 mil 700 años, estando durmiendo plácidamente el emperador Seng-Nung en su jardín y bajo la sombra de un árbol silvestre, cayeron unas hojas dentro de la olla donde los sirvientes hervían agua para servir al soberano, quien había extendido la orden a la población de su país de hervir siempre el agua de consumo humano.
Al beber el agua donde las hojas de té silvestre habían caído, el emperador se sintió reconfortado y con una especial sensación de bienestar, por lo que instituyó a partir de entonces la infusión de té como una bebida saludable entre sus siervos. El té había nacido con esta leyenda en China donde fue tan preciado que se llegó a utilizar como moneda de cambio a un alto valor.
Paralelamente al desarrollo del mercado de esta bebida, alfareros y herreros comenzaron a elaborar elegantes utensilios y juegos de té, en porcelana, esmalte y oro que constituían un verdadero indicador de riqueza y donde se consumía la aromática bebida no sólo por sus propiedades medicinales, sino también por placer.
Muchas personas pensarían que la bebida más consumida del mundo, además del agua, sería el café, ya que los registros de 2021-2022 apuntaron que se utilizaron a nivel mundial aproximadamente 170.5 millones de sacos de 60 kilogramos de café; pero el té le ganó, al menos por ahora.