La generación Z, mejor conocida como Gen Z, ha transformado la forma de comunicación porque se caracteriza por evitar las llamadas telefónicas tradicionales en favor de mensajes instantáneos y redes sociales.
De acuerdo con un estudio del sitio Uswitch, para esta generación una llamada inesperada suele percibirse negativamente, pues más de la mitad (56 por ciento) asume que trae malas noticias. Por ello, prefieren plataformas como WhatsApp (61 por ciento) y notas de voz (37 por ciento), donde la presión es menor y la comunicación puede ser más controlada.
El impacto de la comunicación en la Gen Z
Este fenómeno tiene varias causas, la principal es evitar llamadas fraudulentas ya que el 63 por ciento de los jóvenes británicos de entre 18 y 34 años mencionan esta preocupación. Además, en una época de saturación digital, la espontaneidad de una llamada puede interrumpir rutinas y generar ansiedad.
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El 24 por ciento evita contestar por estar ocupado y un 23 por ciento porque no desea ser interrumpido. Las llamadas solo son aceptables si son premeditadas, pues el 68 por ciento prefiere acordarlas con anticipación.
Sin embargo, la aversión a las llamadas no significa que la Gen Z rechace por completo la voz. Las llamadas siguen siendo valoradas para noticias importantes porque más de la mitad de los encuestados (53 por ciento) se sentiría ofendido si sus amigos no llamaran para anunciar buenas noticias, como compromisos o nacimientos.
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Esta dualidad refleja un cambio cultural entre generaciones porque la llamada no ha muerto, solo ha cambiado su significado.
Esta preferencia de los más jóvenes también puede impactar en el ámbito laboral, debido a que la resistencia a responder llamadas puede dificultar la recepción de oportunidades importantes.
Es así como la Gen Z ha redefinido la comunicación y poco a poco ha relegado las llamadas a un contexto más formal o emocional.