Astrónomos deslumbraron al mundo con el descubrimiento de un nuevo Sistema Solar sin precedentes. Este emocionante hallazgo revela la existencia de seis planetas que orbitan alrededor de una estrella central, desafiando nuestras comprensiones previas sobre la diversidad y complejidad del universo.
Este descubrimiento se realizó gracias al trabajo conjunto entre el Tess de la NASA y el Cheops de la Agencia Espacial Europea, que se unieron para realizar las observaciones.
Este sistema solar podría servir como punto de comparación en futuras búsquedas astronómicas, además de que puede explicar cómo surgieron los sistemas solares en la Vía Láctea.
Te podría interesar
¿Dónde se localiza este nuevo Sistema solar?
Este sistema solar está encapsulado a 100 años luz en la constelación de ‘Coma Berenices’ y lo que más ha maravillado a los astrónomos es que ha permanecido intacto a las influencias externas desde su nacimiento hace miles de millones de años.
Cabe señalar que, un año luz equivale a casi 5,8 billones de millas, lo que muestra el impacto de este descubrimiento.
Te podría interesar
Cuenta con seis planetas que son de tamaño similar al de la Tierra, y orbitan alrededor de la estrella HD 110067 en un período de entre nueve y 54 días. Lo más inusual de este sistema es que los planetas están en resonancia orbital, lo que significa que sus órbitas están sincronizadas.
De acuerdo con lo revelado por estos científicos, el sistema HD 110067 es un objetivo potencial para la búsqueda de vida y la estabilidad de este sistema podría favorecer la formación de vida, ya que estos planetas son del tamaño adecuado para albergar océanos.
Entonces, ¿estamos solos? De acuerdo con lo revelado por los astrónomos de estas instituciones, ninguno de los planetas en perfecta sincronía se encuentra dentro de la llamada zona habitable de la estrella, lo que significa poca o ninguna probabilidad de vida, al menos tal como la conocemos.
Luego de que estos astrónomos descubrieron este nuevo Sistema Solar con seis planetas, se cree que todos los sistemas solares, incluido el nuestro, comenzaron así. Pero se estima que sólo 1 de cada 100 sistemas ha conservado esa sincronía, y el nuestro no es uno de ellos.