Más allá de los gustos, el reguetón subió de escala en la industria desde hace un par de años, y de no ser transmitido en la radio, pasó a formar parte del ranking urbano musical en diversos programas; sin embargo, debido a la composición de esta—sobre todo por sus letras— mucho se ha hablado de su aportación, e incluso, si llega afectar el cerebro.
Ya sea que sólo lo escuches o también lo bailes, para sorpresa de varias personas, la ciencia dice que el oír reguetón afecta positivamente en el cerebro.
En una colaboración, científicos de España y Finlandia realizaron un estudio comparando este género con la música clásica y la electrónica.
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Se tomaron en cuenta las canciones “Shaky” de Daddy Yankee, “Ginza” de J Balvin, el concierto en mi menor de Antonio Vivaldi, y el ‘Minué de los Aires en Re’ de Luis Cobiella.
En el caso de la electrónica se usaron como ejemplos: “Passion” de Alberto Feria y “L’amour toujours” de Dzeko.
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Lucha de géneros
El análisis neurocientífico arrojó que el reggaetón genera una mayor actividad cerebral en comparación de la música clásica.
Participaron 28 personas “sin formación musical” para ser expuestas a los géneros musicales antes mencionados, aunado con el folclore hispano con el objetivo de ver cómo reaccionaba su cerebro en cada momento.
Los resultados demostraron ser benéficos, ya que el reguetón producía una mayor actividad en las zonas del cerebro donde se gestiona las emociones, el placer y las habilidades motoras.
Escuchar reguetón sí ayuda
Por ello, se comprobó que este género urbano era el estilo que más efectos positivos producía comparado con los demás, lo que dice mucho acerca de su posible capacidad terapéutica
Dicho experimento forma parte de la tesis doctoral del neurocirujano español Jesús Martín- Fernández, cuya realización se llevó a cabo en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, ubicado en Santa Cruz de Tenerife.
Esto pone mucho en balance lo que socialmente se considera mejor en la industria musical, pese a los haters de este género, el reguetón no es tan malo como se cree.