OPINIÓN JEZIRET GALLARDO

40 años de la Guerra del Líbano y la masacre de Sabra y Shatila

Marvel anunció que incluirá en su próxima película de Capitán América: Nuevo Orden Mundial a una “superheroína” israelí llamada nada más y nada menos que “Sabra”.

En el campo de refugiados de Shatila, en el sur de Beirut, Fadia solo busca sobrevivir cada día y alimentar a sus cinco hijos.
En el campo de refugiados de Shatila, en el sur de Beirut, Fadia solo busca sobrevivir cada día y alimentar a sus cinco hijos. Créditos: Captura de pantalla de video en YouTube de AGENCIA EFE.
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En junio de este año se cumplieron 40 años del inicio de la Guerra del Líbano de 1982, conocida por Israel como “Operación Paz para Galilea”, sin embargo, esta operación de paz consistió en la invasión de Líbano en un intento de Israel por eliminar a sus enemigos de la Organización para la Liberación Palestina (OLP). Esta guerra se prolongó por años y una de sus consecuencias fue la masacre en Sabra y Shatila, una de las masacres más atroces de la historia moderna, perpetrada por la Falange Libanesa con la complicidad de Israel un 16 de septiembre, pero hace 40 años. En este artículo se explicará a grandes rasgos cómo la historia entre Líbano y Palestina se entrelaza de maneras complejas llevando a momentos catastróficos tanto para libaneses como para palestinos.

El Líbano tiene en su historia numerosas guerras de larga duración, como la Guerra Civil Libanesa (1975-1990) o la Guerra del Líbano de 1982 (1982-2000). Pero no se puede hablar de éstas sin explicar por qué en esos tiempos había alrededor de 300,000 palestinos viviendo en su territorio y ver que, de cierta manera, la historia libanesa está ligada a la historia de Palestina y, por ende, a la creación de Israel sobre territorio árabe.

En resumen, esto se remonta a 1948 cuando, con la creación de Israel sobre el territorio de Palestina, cientos de miles de palestinos perdieron sus hogares y se convirtieron en refugiados. Algunas de esas personas huyeron hacia el este, donde ahora es Cisjordania (uno de los territorios que conforman Palestina), otras más a Jordania y hacia el norte, huyeron a Siria y Líbano.

Israel, al oponerse al derecho de los refugiados palestinos de retornar a sus hogares, éstos se vieron forzados a vivir en el exilio dentro de campamentos de refugiados y a incorporarse, en medida de los posible, en la vida socioeconómica de sus países de acogida. En Líbano, los palestinos solamente tenían –y aún ocurre de esta manera— la posibilidad de trabajar en ciertos sectores, por ejemplo, en la construcción y la agricultura, la mayor parte de estos refugiados vivían y viven hoy en día en pobreza.

La situación en Líbano tampoco era estable, existía un conflicto latente entre grupos cristianos de derecha y grupos musulmanes de izquierda y, con la llegada de los refugiados palestinos y la aparición de bases de la Organización para la Liberación Palestina en el país, el delicado balance político libanés comenzó a desmoronarse.

La OLP se trata de un grupo político y paramilitar fundado en 1964 con los objetivos de lograr la autodeterminación de Palestina y de que los refugiados pudiesen regresar a sus hogares, misma que llegó a ser considerada por la Asamblea General de la Naciones Unidas y por la Liga Árabe como el único representante legítimo del pueblo palestino (también por Israel en 1993) y, si bien la sede de la OLP estaba en Jordania, también contaban con bases en Líbano; hecho que veían como una amenaza los grupos cristianos de derecha libaneses, mientras que los musulmanes de izquierda veían favorablemente y, en general, apoyaban la causa palestina.

La situación tomó un rumbo interesante cuando en 1969 se firmó el Acuerdo de El Cairo entre el representante de la OLP, Yasser Arafat, y el jefe de la Delegación Libanesa, el general Émile Bustani. Fue entonces que los 16 campos de refugiados palestinos que había en ese momento en Líbano dejaron de estar bajo control de las Fuerzas Armadas Libanesas y pasaron a manos del recién creado Mando de la Lucha Armada Palestina, grupo que se convirtió en la policía civil palestina en Líbano. Lo relevante sobre este Acuerdo es que a cambio de que los grupos de izquierda libaneses obtuvieran el respaldo militar de la OLP, ésta última podría llevar a cabo ataques contra Israel desde Líbano.

Un año más tarde, en septiembre de 1970 ocurre el llamado “Septiembre Negro”, cuando miles de palestinos fueron asesinados por órdenes del Rey Hussein de Jordania con el fin de expulsar a la OLP de su territorio, por lo que la sede se trasladó a Líbano. Este hecho terminó de solidificar la alianza entre la OLP y los grupos musulmanes de izquierda, los siguientes años ocurrieron una serie de eventos (en lo que no se profundizará) que llevaron al estallido de la Guerra Civil Libanesa en 1975.

En 1978 Israel invade el sur de Líbano con la Operación Litani, con la intención de crear un área de seguridad y, en 1982 invade la capital, Beirut. Para entonces, muchos libaneses coincidían en que la presencia de la OLP y los palestinos en el país era una verdadera amenaza y aplaudieron esta acción, sin embargo, Israel llegó con gran fuerza y asedió la capital libanesa donde los principales combatientes y representantes de la OLP se encontraban. Los enfrentamientos, donde también participaron milicias sirias, dejaron un saldo del cuál no se tiene un registro exacto, pero se dice que fueron entre miles y decenas de miles las personas asesinadas, la mayoría civiles.

Con la intervención de los Estados Unidos se llegó a un acuerdo para que la OLP se retirara de Líbano, por lo que Yasser Arafat trasladó la sede a Túnez. Tras ello, la derecha libanesa, conocida como Falange Libanesa, se hizo con el poder y pactó con Israel iniciar relaciones diplomáticas. No obstante, el presidente fue asesinado en un atentado pocos días después y la OLP fue culpada; sin embargo, la autoría más bien se cree que fue del Partido Social Nacionalista Sirio quien se oponía a que se entablaran relaciones con Israel, quien mantenía ocupado parte de su territorio desde la década de los sesenta.

A manera de represalia, la Falange, con apoyo de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI), llevaron a cabo la masacre de Sabra y Shatila, un par de campamentos de refugiados palestinos ubicados en un barrio de Beirut. Tras la evacuación de la OLP de Líbano, dichos campamentos quedaron bajo control de las FDI, quienes pusieron las condiciones y protegieron a la Falange para que llevara a cabo la masacre. La Asamblea General de la ONU calificó de genocidio estos hechos y el entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue señalado como responsable, quien murió en 2014 sin ser juzgado.

En los años siguientes a la invasión israelí, otros grupos entraron en juego, como Hezbollah, un grupo político y paramilitar apoyado por Irán que combatió la ocupación israelí de Líbano. Las FDI se retiraron finalmente en el año 2000, tras 22 años de ocupación. Sin embargo, tras la retirada, una nueva guerra se gestaba entre Israel y Líbano, misma que estalló en 2006.

A la fecha, hay casi medio millón de personas palestinas refugiadas en el Líbano, el 45% de esas personas vive en uno de los 12 campamentos, incluido el de Shatila. En Líbano, los palestinos no pueden ejercer ciertas profesiones y no puede comprar propiedades, al no estar reconocido Palestina como un Estado libre y soberano, los palestinos refugiados en Líbano no cuentan con los mimos derechos que otros extranjeros que viven y trabajan en ese país.

Durante el asedio israelí a Beirut, las FDI robaron archivos y documentos sobre la historia y la cultura palestina, así como bienes culturales incluidas obras literarias, pinturas, trabajos de investigación y otros más que forman parte de la identidad palestina. Todo esto tiene un sentido, ya que borrar la historia y la cultura de un pueblo es una forma de negar su existencia. No obstante, ¡Palestina existe!

Más indignante aun, y para finalizar, en días recientes, Marvel anunció que incluirá en su próxima película de Capitán América: Nuevo Orden Mundial a una “superheroína” israelí llamada nada más y nada menos que “Sabra”. Esta “superheroína” se trata de una policía israelí y espía de la Mossad, la agencia israelí que ha asesinado y encarcelado a miles de palestinos. Dar un espacio a un personaje como este, es validar la violencia, la opresión y pasar por alto el genocidio de un pueblo.

"He venido aquí con una rama de olivo y la pistola de quien lucha por la libertad. No permitan que la rama de olivo caiga de mi mano" – Yasser Arafat, 1974

Jeziret Gallardo

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