CÁMARA DE DIPUTADOS

Buen estado de salud mental y física, requisito para ser Presidente, plantea PAN

Legisladores del blanquiazul proponen que la información sobre la salud mental del titular del Ejecutivo se considere como un asunto de interés público.

Éctor Jaime Ramírez, diputado federal por el PAN.
Éctor Jaime Ramírez, diputado federal por el PAN.Créditos: X: @ectorjaime
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La bancada del PAN en la Cámara de Diputados lanzó una propuesta de reforma a la Constitución, para establecer como requisito para ser Presidente o Presidenta de la República, que se mantenga una salud óptima, física y mental, a fin de ejercer el cargo.

A nombre de sus compañeros, el diputado promovente, Éctor Jaime Ramírez, pidió integrar a la Carta Magna que la información del estado de salud del titular o la titular del Ejecutivo sea pública.

Lo anterior, con el propósito de garantizar certidumbre en la conducción del país. También, que se acredite el buen estado de salud física y mental de quienes aspiren a ser candidatos presidenciales.  

La reforma propuesta refiere a los artículos 6, 16, 69 y 82 de la Constitución, y su finalidad es establecer la obligación del Presidente de informar sobre sus condiciones de salud, incluyendo la mental.

Plantea modificar las disposiciones sobre el derecho de acceso a la información, para contemplar que “El estado de salud mental o enfermedad incapacitante del Presidente de la República es información de interés público y quedará exceptuada de la protección y reservas de ley”.

Añade que en la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio en el Congreso de la Unión, el Presidente presentará su informe de labores por escrito, “así como un informe clínico actualizado en versión pública donde se haga constar de la buena salud mental y la ausencia de una enfermedad incapacitante del titular del Poder Ejecutivo federal”.

En cuanto a los requisitos para ser Primer Mandatario, añade que se deberá “tener un buen estado de salud mental y ausencia de enfermedad incapacitante, que deberá acreditarse con los estudios clínicos y dictámenes médicos de conformidad con las normas aplicables y la ley en la materia, mismos que deberán hacerse públicos”.

Además, señala que para ser Presidente se requerirá “no tener padecimientos mentales, ni los comprendidos en alguna de las causas de incapacidad establecidas en el artículo 83” de la propia Constitución.

Salud mental del Presidente

En la argumentación, Ramírez Barba y sus compañeros de fracción plantearon que los datos sobre la salud del Primer Mandatario, no solo en México, sino en países como Estados Unidos, son de carácter reservado y confidencial.

Hicieron referencia a la polémica que se ha generado en la Unión Americana, a partir de las últimas apariciones públicas del Presidente Joe Biden y su participación en el más reciente debate presidencial, donde lució titubeante, desorientado y desconcentrado.

Sin embargo, en esa nación sí hay información sobre el estado de salud de ese mandatario y las revisiones médicas a las que se somete.

En cambio, en México, todas las solicitudes de información y consultas al respecto han sido rechazadas, por ser consideradas confidenciales, pese a que el Jeje del Ejecutivo saliente se ha sometido a intervenciones y hospitalizaciones que hacen pensar que su salud está en riesgo, indicaron.

Capacidad mental y física del titular del Ejecutivo

Añadieron que el Presidente, como representante del Estado mexicano, debe ser una persona en plenitud de capacidades físicas y mentales, debido a las altas responsabilidades que le confiere el cargo.

Es por ello que un mal estado de salud, podría afectar la capacidad de tomar decisiones e implementar acciones, programas y políticas públicas, aunado al factor de desestabilización e incertidumbre política que podría generar efectos negativos para el país a nivel internacional, añadieron.

En consecuencia, agregaron es necesario evitar las especulaciones sobre la salud del mandatario o mandatario federal, y más allá del respeto a sus datos personales, la ley debe garantizar que la ciudadanía estará debidamente informada al respecto.