La presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, destacó la urgencia de replantear la política energética de México e iniciar una real transición hacia las energías limpias y renovables, para reducir los gases de efecto invernadero.
En un comunicado, Marcela Guerra destacó que en ciudades capital, como la CDMX, Guadalajara o Monterrey, los niveles de ozono son alarmantes y obligan a la reducción de actividades industriales y la movilidad de la población.
Indicó que se pagan costos económicos muy altos por estas medidas, por lo que se deben valorar temas como el costo de la electricidad proveniente de la energía solar, que cayó alrededor de 85 por ciento entre 2010 y 2020.
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Guerra Castillo recordó que, según los Costos Totales por Agotamiento y Degradación Ambiental que mide el INEGI, México destinó el 4.6 por ciento del PIB a atender esta problemática.
Detalló que tan solo las emisiones al aire representaron el mayor costo ambiental, al alcanzar un monto de 660 mil 333.8 millones de pesos, monto superior a los 576 mil millones de pesos que en 2019 el gobierno destinó al funcionamiento del sector salud.
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Además, la presidenta de la Cámara de Diputados recordó que, según datos oficiales, más de 8 mil personas murieron, de forma prematura, en 2022 a consecuencia de los daños en la salud que provocó la alta contaminación en la Ciudad de México.
Insistió, en este sentido, en que “se tienen que diseñar políticas públicas para diversificar las fuentes de suministro de energía, con mayor utilización de solar o eólica y así lograr un desarrollo sostenible y limitar la emisión de gases de efecto invernadero.