PRESIDENTE DE MÉXICO

‘Abrazos, no balazos’ funciona, dice AMLO al defender estrategia de seguridad

El Presidente de la República acusa a medios de comunicación de “ocultar” o no informar a la población sobre los resultados de las medidas de seguridad.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.Créditos: Cuartoscuro
Escrito en NACIONAL el

El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador defendió su política de seguridad de “abrazos no balazos”.

Desde Mazatlán, Sinaloa, el mandatario federal fue cuestionado sobre la efectividad de esa estrategia, la cual dijo, sí ha dado resultados.

Afirmó que al inicio de su administración se encontró con un panorama difícil de inseguridad y violencia cuyos índices ya se redujeron.

“Por eso vamos a continuar con esa política, para enfrentar el flagelo de la violencia y si queremos ver resultados porque esto, aunque lo damos a conocer, se esmeran en ocultar los datos”, reclamó a los medios de comunicación.

Comparativo delitos

Como prueba, comparó cifras sobre delitos como homicidios y robos registradas en su administración y en gobiernos anteriores.

Identificó como el “campeón” en aumento de homicidios, al gobierno del panista Felipe Calderón.

Utilizando gráficas como respaldo, indicó que por sexenio, en el gobierno del priista Carlos Salinas, los homicidios aumentaron 9.3 por ciento; con el también integrante del tricolor, Ernesto Zedillo, bajaron más del 31 por ciento.

Con el panista Vicente Fox, el homicidio aumentó 1.6 por ciento, pero con Calderón Hinojosa el incremento en ese índice fue de casi 200 por ciento; mientras que con el priista Enrique Peña, el aumento fue de 59 por ciento.

Afirmó que si su gobierno no hubiese actuado como lo hizo, atendiendo las causas originarias de la delincuencia, como la falta de trabajo, estudio e ingresos para los jóvenes, la tendencia a la alza habría continuado.

Reconoció que le tocó enfrentar circunstancias “muy difíciles”, de décadas de impunidad, y por ello pidió que no se descalifique la política de seguridad.

“Que no digan que no funciona la estrategia si hemos logrado esto, en circunstancias muy difíciles, porque estamos hablando de décadas de impunidad, donde solo se castigaba al que no tenía con qué comprar su inocencia, y así sigue todavía la política del actual Poder Judicial, pero esto es en homicidio 22 por ciento menos”, anotó.

Expresó su confianza en que si el trabajo que se realiza desde el inicio de la administración, la única en el mundo en realizar evaluaciones diarias de seguridad, a las 06:00 horas, en reuniones del gabinete de seguridad, las cifras seguirán siendo favorables.

Inseguridad en Sinaloa

En Sinaloa, sí hay problemas de seguridad, pero se están enfrentando, no “estigmaticen” a su población, pidió.

Refrendó que la situación se está enfrentando, aunado a que la población es buena y se dedica a trabajar, lo que ha convertido a la entidad en la que más alimentos produce en el país.

Volvió a arremeter contra gobiernos anteriores donde incluso se cometían secuestros de alto impacto, de personalidades públicas y políticas.

Al llevar más allá su ejemplo, aunque “tocó madera” porque ya cuenta los días para dar fin a su administración, alertó que si él llegara a ser víctima de algún ilícito de ese tipo, el “conservadurismo”, la prensa y sus dueños, harían escarnio.

El titular del Ejecutivo añadió que su gobierno registra el índice más bajo en los últimos 10 años, en materia de percepción de inseguridad.

Sin embargo, la prensa no lo muestra porque es “tóxica”, sus directivos están molestos porque ya no acceden a dinero público a través de convenios de publicidad y otros contratos.

En respaldo del mandatario, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, se declaró partidario de los “abrazos, no balazos”, pero aclaró en qué sentido.

Los abrazos son un “bonito eufemismo” para referirse a las becas, programas sociales, a atender las necesidades de la población y afrontar los sucesos que generan violencia.

Rocha Moya fue más gráfico al señalar que los programas sociales no sólo son “abrazos”, sino que “apapachan” a la población, le dan “calor” y atienden necesidades básicas.