Luego de haber pronunciado ley marcial en Corea del Sur que, aunque fue breve, generó conmoción, movilizaciones y expectación en el mundo, hoy el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pidió disculpas.
El mensaje dirigido al pueblo surcoreano se enfocó en la declarada la ley marcial que conmocionó al país en la noche del pasado martes, y afirmó que dejará en manos de su partido su poder y la estabilización de la situación política.
“Pido sinceras disculpas por causar preocupación e inconveniencias a la ciudadanía”, dijo Yoon en una breve alocución realizada este sábado (hora local), desde la oficina presidencial y retransmitida por los medios nacionales, en su primera aparición pública desde que levantó la ley marcial en la madrugada del miércoles.
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“La declaración de la ley marcial fue realizada desde un sentido de urgencia como presidente, quien es el último responsable de los asuntos estatales”, afirmó el mandatario, quien añadió que “no eludirá las responsabilidades legales o políticas derivadas de esa decisión”.
Yoon Suk-yeol niega otra ley marcial
Ante las especulaciones de otro estado de excepción, Yoon también dijo que “nunca habrá una declaración de una segunda ley marcial”.
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El presidente anunció asimismo que dejará “la estabilización de la situación política, incluido su mandato, en manos del partido”, ante la creciente presión política y social para que abandone su cargo, y a unas horas de que la Asamblea Nacional vote este mismo sábado una moción para destituirlo.
Para que la iniciativa parlamentaria prospere es preciso el respaldo de dos tercios de la cámara, lo que significa que el bloque opositor (que cuenta con clara mayoría parlamentaria con 192 escaños) necesitará contar con al menos ocho votos adicionales de entre los 108 con los que cuenta el gobernante Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon.
Sin embargo, Han Dong-hoon, jefe del partido, afirmó que, a pesar de las disculpas, una “pronta dimisión” de Yoon Suk-yeol “es inevitable”.