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Ante la primera ola de calor en México, conoce los riesgos para la salud y como prevenirlos

Las intensas temperaturas ya se han dejado sentir en México, pero la ola de calor puede significar riesgos para la salud porque hay que buscar la manera de evitarlos.

Ante las altas temperaturas, las personas de la tercera edad están en riesgo de sufrir un golpe de calor..Créditos: Envato
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Durante la última semana, la primera ola de calor se ha dejado sentir en al menos ocho entidades del México, y con ellos los riesgos a la salud son eminentes sobre todo en grupos vulnerables como menores o adultos mayores.

Estados como Tabasco, Chiapas, Campeche, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Sinaloa registraron temperaturas superiores a los 45 grados Celsius, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por lo que las autoridades han exhortado a la población a extremar precauciones ante las altas temperaturas.

Uno de los padecimientos que se ha venido presentando en los últimos años, es el golpe de calor, trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.

Síntomas del golpe de calor

  • Sudoración excesiva o, en etapas más avanzadas, piel seca y caliente.
  • Sensación de debilidad o agotamiento.
  • Mareos o sensación de aturdimiento.
  • Náuseas o vómitos.
  • Taquicardia o aumento del ritmo cardíaco.
  • Dolores de cabeza.
  • Confusión, desorientación o comportamiento alterado, lo que indica una situación potencialmente peligrosa.

El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104 °F (40 °C) o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano, aunque por los fenómenos meteorológicos puede presentarse desde la primavera.

Este padecimiento requiere tratamiento de urgencia, ya que si el golpe de calor se deja sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.