¿Habías escuchado antes sobre la Disautonomía? Se trata de un padecimiento que, actualmente, afecta a más de 70 millones de personas en todo el mundo; una enfermedad peligrosa que puede tener una gran incidencia en el aspecto físico de quienes la padece, así como una gran afectación en sus relaciones interpersonales, ya sea en el trabajo, con la familia y los amigos.
Cuando hablamos de Disautonomía, nos referimos a una serie de afecciones médicas que están directamente relacionadas con la inmadurez del sistema nervioso autónomo, hecho que es capaz de provocar la alteración o disfunción del mismo; es como si un día, de la nada, tu cuerpo dejara de funcionar, debido a que el sistema nervioso autónomo es el encargado de controlar los latidos del corazón, la respiración, la regulación de la temperatura, el sistema gastrointestinal e, inclusive, el funcionamiento sexual, entre otro más.
¿Qué pasa con la Disautonomía?
Como todas las enfermedades, la Disautonomía puede afectar a cualquier persona, independientemente del grupo social al que pertenezca; no obstante, su diagnóstico no es sencillo, ya que muchos pacientes tardan años en saber que la padecen, debido a que, en realidad, se sabe poco de ella.
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¿Cuáles son los síntomas?
Esta es una enfermedad compleja y, por tal motivo, los síntomas son muy distintos en cada persona. Por mencionar un ejemplo, algunos pacientes suelen experimentar fatiga, taquicardia, desmayos, presión baja, alteraciones en la sudoración, dolores musculares, migraña, falta de concentración, entre muchos más.
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¿Por qué se dice que es una de las enfermedades más silenciosas y peligrosas?
Como ya lo mencionamos, su diagnóstico no es sencillo, de hecho, el 42 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad tardaron de 1 a 10 años en saber qué tenían. Por otro lado, existen pocos datos sobre la Disautonomía, como el hecho de que Jalisco es la entidad donde habita el mayor número de pacientes, pero el desconocimiento de la misma es todavía muy amplio.
Por sus síntomas y afectaciones, se trata de un padecimiento que interviene directamente en la calidad de vida de las personas, obligándolas a detener sus actividades más esenciales, como en la escuela, el trabajo e, incluso, en su rutina familiar.
Actualmente, no hay un remedio que cure la Disautonomía, por lo que es indispensable que se haga un mayor eco sobre esta enfermedad y, sobre todo, de la peligrosidad de la misma; la vida del paciente (y de sus cuidadores) cambia de forma radical. Un día, sencillamente, a su cuerpo se le olvida funcionar, por lo que es importante que exista una red de apoyo para quienes la padecen.