Cada 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, por lo que este 2023, retomamos la importancia de tener una mente sana.
Esta día coincide con el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948, por lo que cada año se centra en un padecimiento específico, además de procurar lograr “salud para todos”.
El lema de este 2023, de acuerdo con la OMS, es “75 años mejorando la salud pública”, y es que, se fundó con el objetivo de “promover la salud, mantener el mundo seguro y servir a los vulnerables”.
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“Para que todos, en todas partes, puedan alcanzar el más alto nivel de salud y bienestar. El 75.º aniversario de la OMS es una oportunidad para mirar hacia atrás a los éxitos de salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete décadas”.
De la misma forma, la Organización destaca que esta fecha es una oportunidad “para motivar la acción para abordar los desafíos de salud de hoy y mañana”.
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¿Por qué es importante la salud mental?
La OMS describe a la salud mental de la siguiente forma:
“Estado de bienestar en el que el individuo se da cuenta de sus propias capacidades, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede trabajar de manera productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Sin embargo, explica que los trastornos mentales y los relacionados con sustancias psicoactivas contribuyen de forma muy importante a la morbilidad, discapacidad y mortalidad prematura, de ahí su importancia de tratarla y mantener una mente sana.
En ese sentido, la Organización enfatiza que el trastorno de salud mental que más afecta a la población en todo el mundo sigue siendo la depresión, la cual, es más frecuente en mujeres que hombres.
“Entre el 10 y 15 por ciento de las mujeres de los países industrializados y entre el 20 y el 40 por ciento de las mujeres de las naciones en desarrollo sufren depresión durante el embarazo o el puerperio”.
Finalmente, en este Día Mundial de la Salud 2023, la OMS recuerda que entre sus objetivos está el fortalecer las capacidades de los países para desarrollar políticas, planes, programas y servicios que contribuyan a una mente sana.