En la historia del espectáculo mexicano, Pedro Infante permanece como una de las estrellas más trascendentales, destacando no solo por su extraordinaria voz y actuaciones cinematográficas sino también por su atractivo físico que lo convirtió en un ícono de la Época de Oro del Cine Mexicano.
Infante, además de cautivar con su talento artístico, mantenía un cuerpo ejercitado que despertaba la admiración de sus fanáticos y fanáticas. La rutina de gimnasio del ídolo nacional revela su dedicación a la salud y el bienestar.
Rutina de ejercicio
Como deportista apasionado, Pedro Infante encontraba placer en las peleas en el ring desde joven, ejercitando tanto su cuerpo como su mente. El cantante también era un entusiasta del ciclismo, incluso antes de alcanzar la fama, transportándose en bicicleta. Su rutina diaria incluía levantarse a las 5 de la mañana para correr en el Bosque de Chapultepec y remar en el lago, conectándose con la naturaleza.
Infante tenía un gimnasio personal en su hogar, apodado "El ratón", donde pasaba hasta dos horas al día. Su enfoque incluía levantamiento de pesas, mostrando un especial interés en fortalecer su tren superior, luciendo brazos, espalda y pectorales notables. A pesar de esta dedicación, se ha revelado que Pedro Infante tenía inseguridades respecto a sus piernas.
Este ícono del pueblo, que despegó a alturas aún mayores como piloto, falleció trágicamente el 15 de abril de 1957, cuando su avión se estrelló en Mérida, Yucatán. A pesar de su partida prematura, su legado perdura, siendo recordado por sus películas y canciones que siguen siendo parte fundamental del acervo cultural mexicano.
Recientemente, la plataforma de streaming ViX estrenó "Se llamaba Pedro Infante", una serie de 8 episodios que relata la vida del legendario artista, destacando su impacto en la industria del entretenimiento y el cariño duradero que inspira en el corazón de millones de mexicanos.