Existen diferentes clases de artritis, y cada una tiene diferentes causas, como el desgaste, las infecciones y las enfermedades subyacentes, entre otras cosas, sin embargo, ¿es cierto que correr puede desencadenar este padecimiento? La Universidad de Harvard, tiene nuevamente la respuesta.
De acuerdo con un artículo publicado por el Dr. Robert H. Shmerling, ex jefe clínico de la división de reumatología del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC) y editor docente senior de Harvard Health Publishing, ya existe un creciente evidencia de que la artritis y correr, no están relacionadas.
Aunque todavía no es una respuesta definitiva, existen diversos estudios que señalan lo siguiente:
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En el estudio “La asociación de carreras recreativas y competitivas con osteoartritis de cadera y rodilla: una revisión sistemática y un metanálisis” se demostró que los corredores recreativos tenían tasas más bajas de osteoartritis de cadera y rodilla (3.5%) en comparación con los corredores competitivos (13.3%) y los no corredores (10.2%).
Mientras que, otro estudio realizado en 2018, concluyó que la tasa de artritis de cadera o rodilla entre 675 corredores de maratón era la mitad de la tasa esperada en la población estadounidense.
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¿Entonces las personas pueden correr sin temor a desarrollar artritis?
El Dr. Robert H. Shmerling afirma que las investigaciones antes mencionadas sugieren que correr es una causa poco probable de artritis e incluso podría tener un efecto protector.
Aunado de que el efecto de correr puede variar entre personas, por ejemplo: Que las personas con obesidad que corren regularmente tengan un mayor riesgo de sufrir artritis debido al estrés que el exceso de peso ejerce sobre las articulaciones (aunque no está comprobado).
Cabe destacar que, la osteoartritis, es el tipo de artritis más común que suele afectar a las y los adultos mayores; sus principales síntomas son: dolor, hinchazón, rango de movilidad reducido y rigidez.