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Por este motivo no se debe de usar cloro para limpiar la orina de tus mascotas

Expertos en salud animal alertan sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente al utilizar cloro para limpiar la orina de mascotas.

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El cloro es un desinfectante utilizado comúnmente para eliminar bacterias y gérmenes en superficies, pero su uso para limpiar la orina de mascotas puede tener consecuencias negativas

El contacto del cloro con la orina de las mascotas, especialmente la de los perros, puede producir compuestos químicos tóxicos, como el cloruro de amonio cuaternario, que pueden ser perjudiciales para la salud de las mascotas y las personas que conviven con ellas.

Además, el cloro puede liberar vapores irritantes que afectan las vías respiratorias y pueden causar problemas respiratorios, especialmente en mascotas con sensibilidad respiratoria o alergias.

Por otro lado, la combinación de cloro con los compuestos presentes en la orina puede generar subproductos químicos nocivos para el medio ambiente, contaminando el agua y el suelo.

Ante estos riesgos, los expertos recomiendan optar por métodos de limpieza más seguros y respetuosos con el medio ambiente, como el uso de productos de limpieza específicamente formulados para eliminar manchas de mascotas, o simplemente agua y jabón. Además, es importante limpiar la orina de mascotas lo más rápido posible para evitar que penetre en las superficies y cause manchas difíciles de eliminar.

Efectos en la salud al tener contacto con este químico

  • Puedes experimentar enrojecimiento, picazón, ardor o inflamación en la piel en las áreas que han estado en contacto con el cloruro de amonio cuaternario.
  • El contacto directo con los ojos puede provocar irritación, enrojecimiento, picazón, sensibilidad a la luz e incluso inflamación de la conjuntiva.
  • La inhalación de vapores o aerosoles de cloruro de amonio cuaternario puede causar irritación en las vías respiratorias, lo que resulta en tos, dificultad para respirar, sensación de opresión en el pecho y congestión nasal.
  • En casos más graves o con exposición prolongada, el contacto repetido con el cloruro de amonio cuaternario puede llevar a una dermatitis de contacto, una inflamación de la piel que puede causar ampollas, descamación, sequedad e incluso dolor.