El cometa 3I/ATLAS es actualmente uno de los objetos más fascinantes para la comunidad astronómica mundial. Se trata del tercer objeto interestelar confirmado en la historia; su origen fuera de nuestro sistema solar lo convierte en una cápsula del tiempo de otra región de la galaxia.
Durante este viernes 19 de diciembre, este cuerpo celeste alcanzó su punto más cercano a la Tierra, esto permitió a los expertos y agencias conseguir imágenes impresionantes de este cometa. Mismo que ha surcado el sistema solar y que no regresará, por lo que las fotografías que ha dejado quedarán para la historia.
Imágenes historias del cometa 3I/ATLAS
Debido a la cercanía que tuvo el cometa 3I/ATLAS con la Tierra durante este viernes, los expertos consiguieron obtener fotografías impresionantes de este cuerpo celeste. Sin embargo; debido a su gran distancia y a que ya ha pasado su punto de mayor actividad cerca del Sol, su brillo ha disminuido por lo que no era posible verlo a simple vista.
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A pesar de la distancia, los expertos señalaron que la mayor proximidad tuvo lugar durante la madrugada de este viernes entre las 1:15 y las 3:00 horas. Fue en esta ventana de tiempo que se consiguieron tomar las fotos del cuerpo, algunas de las mejores fueron tomadas por el Doctor Josep María Trigo.
Fue en su cuenta oficial de Twitter (antes X) que el Doctor Josep María Trigo, quién es investigador titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dentro del Instituto de Ciencias del Espacio en Barcelona nos compartió las fotos del cometa 3I/ATLAS; tercer visitante interestelar.
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Características y descubrimiento del cometa 3I/ATLAS
Este visitante fue detectado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el sistema de alerta ATLAS desde un observatorio en Chile. Lo que lo hace especial es su trayectoria hiperbólica, lo que confirma que viene del espacio profundo y que, tras este paso, abandonará nuestro sistema solar para no volver jamás.
Los científicos estiman que su núcleo mide entre 10 y 30 kilómetros de diámetro. Además, viaja a una velocidad asombrosa de unos 245 mil kilómetros por hora (68 km/s), lo que lo convierte en el objeto interestelar más rápido registrado hasta la fecha.