Igual que hicieron en Islandia hace algunas semanas, un grupo de suizos conmemoró el pasado domingo con una “marcha fúnebre” en alta montaña la desaparición del Pizol, uno de los glaciares alpinos más estudiados del mundo, víctima del cambio climático.
En Suiza, el Pizol “perdió tanto su composición que dejó de ser un glaciar desde un punto de vista científico”, explicó Alessandra Degiacomi, integrante de la Asociación suiza por la Protección del Clima, una de las ONG impulsoras del singular acto.
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Con una “marcha fúnebre” que duró unas dos horas, los participantes, vestidos para simular el duelo, se dirigieron a la parte inferior del glaciar, situado a unos 2 mil 700 metros de altitud, cerca de la frontera con Liechtenstein y Austria.
Depositaron una corona de flores, pero no pondrán ninguna placa conmemorativa, a diferencia de lo que sucedió en Islandia el 18 de agosto durante el acto para denunciar la desaparición del Okjokull, el primer glaciar de la isla nórdica víctima del cambio climático.
Tanto en Suiza como en Islandia, dos países conocidos por sus glaciares, los científicos comparten su preocupación por el calentamiento global.
“Desde 1850, se considera que más de 500 glaciares suizos desaparecieron completamente”, solo 50 de ellos disponían de un nombre, explicó Matthias Huss, glaciólogo en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, que participó en la marcha.
“El Pizol no es el primero, pero podemos considerar que se trata del primer caso de un glaciar en Suiza en vías de desaparición que ha sido muy bien estudiado”, aseguró.
La situación del Pizol parece irreversible, puesto que desde 2006 perdió entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de su extensión. Tiene ahora un tamaño de 26 mil m\u00b2, es decir, “menos que cuatro campos de fútbol”, según Huss.
Según la red suiza de datos glaciológicos, el Pizol se convirtió en un “casquete de hielo”, término utilizado para describir los pequeños glaciares, que representan el 80 por ciento de este tipo de parajes en Suiza.
Situada a una altitud relativamente baja, de 2 mil 630 a 2 mil 780 metros, este glaciar dependía de las importantes cantidades de nieve acumuladas durante el invierno.
Como el Pizol, el 90 por ciento de la extensión de 4 mil glaciares suizos, lugares turísticos y que aportan importantes recursos de agua, podría desaparecer antes de finales de siglo si no se hace nada para reducir las emisiones de CO2, según un estudio de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Los Alpes perderán la mitad de sus glaciares, independientemente de la disminución de las emisiones que favorecen el cambio climático.
El glaciar suizo Aletsch, el más grande de los Alpes, también podría desaparecer de aquí a 2100 si no se limita el aumento de las temperaturas.
El “funeral” del Pizol representa para las ONG que lo organizaron, como Greenpeace, una oportunidad para alertar que el cambio climático también pone en peligro “nuestros medios de subsistencia” y amenaza “la civilización humana tal y como la conocemos en Suiza y el mundo entero”.
Por este motivo, la Asociación suiza para la Protección del Clima impulsó un referéndum de iniciativa popular, conocido como “Iniciativa para los glaciares”, que exige que Suiza reduzca a cero sus emisiones de CO2 antes de 2050. Aún se desconoce la fecha en la que se celebrará esta votación.
Después de que la urgencia climática, junto con la salud, se convirtiera en la principal preocupación de los suizos, el gobierno helvético aseguró a finales de agosto que Suiza reducirá a cero sus emisiones de CO2 antes de finales de 2050.