HOWARD WICKS

¡Al estilo Stephen Hawking! Joven con parálisis total escribe un libro con sólo usar sus ojos

Si dice que a esta persona le llevó unos 18 meses en escribir 50 mil palabras.

Medios locales han dado a conocer el impresionante caso de Howard Wicks.
Medios locales han dado a conocer el impresionante caso de Howard Wicks.Créditos: Envato Elements.
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Medios locales han dado a conocer el impresionante caso de Howard Wicks, un hombre que padece parálisis total y que ha podido escribir un libro sólo con mover sus ojos; un método que recuerda a lo antes hecho por el mismísimo Stephen Hawking.

En concreto, a este joven de 29 años que vive en Dartmouth, Estados Unidos, le fue diagnosticado síndrome de enclaustramiento, después de sufrir un derrame cerebral en 2011, cuando tenía 16 años.

Esta enfermedad le paralizó todos sus músculos con excepción el de los ojos, efecto que la impactado significativamente en su vida.

Pese a esto, ha decidido salir adelante agotando todo a su alcance, logrando así, escribir 50 mil palabras en 18 meses.

¿De qué trata el libro de Howard Wicks, joven con parálisis en el cuerpo?

Su novela narra los primeros cuatro años de su vida después del derrame cerebral.

Howard Wicks utilizó una computadora Eyegaze, un dispositivo que rastrea los movimientos de sus ojos, para comunicarse con las personas que lo rodean y escribir su novela.

¿Qué es Síndrome de Enclasutramiento?

Este trastorno es bastante raro y se desarrolla en menos del 1 % de los supervivientes, según reporta Daily Mail.

Causa daños en el tronco encefálico, que contiene los nervios que transmiten información a otras partes del cuerpo.

Se dice que los pacientes están conscientes, pero son incapaces de moverse o hablar, pero por lo general, pueden oír, ver, parpadear y mover los ojos.

Al estilo Stephen Hawking

El caso de este joven diagnosticado con parálisis total, recuerda al método que utilizó el físico teórico y astrofísico, Stephen Hawking, quien, través de un sensor infrarrojo instalado en sus gafas, detectaba tics en su mejilla, que traducía dichos movimientos en palabras con una voz robótica, para así saber qué quería comunicar.