HISTORIA DE MÉXICO

El Inframundo zapoteco que resguarda la Iglesia de San Pablo Apóstol en Oaxaca

Durante la época colonial, datan de la existencia de este gran laberinto, que fue considerado la entrada al inframundo, ya que poseía tenebrosos y oscuros cuartos y túneles.

Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.Créditos: ideogram.ai/MVS Noticias
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Un misterio zapoteco permanece oculto bajo los ladrillos de la Iglesia de San Pablo, ubicada en Mitla, Oaxaca, que es actualmente uno de los lugares arqueológicos más espectaculares que muestran el importante legado prehispánico de nuestros ancestros.

En el S.XVI, tras la vencedora conquista por parte de los españoles, se dieron cuenta que había una pirámide zapoteca en esta zona, en la cual, yacía la entrada al inframundo, por lo que decidieron taparla, al construir la iglesia de San Pablo Apóstol, erigida en el año 1590.

¿Dónde está la entrada al inframundo?

El Pueblo Mágico de San Pablo Villa de Mitla, en los Valles Centrales de Oaxaca, alberga bajo su iglesia principal, el laberinto del inframundo zapoteco, el cual, no ha podido ser desenterrado ni visto por nadie desde la llegada de los españoles.

Cabe destacar que, Mitla o también conocido como Lyobaa por su lengua zapoteca original, fue durante siglos un lugar importante de culto a los muertos, donde se sepultaban a reyes y sacerdotes.

“Los habitantes de Mitla creen que la entrada de este laberinto se encuentra escondida debajo del altar mayor del templo católico”; destacaron los expertos.

Con base en documentos eclesiásticos, se reportó que un clero en el S.XIX había mandado a sellar las puertas de este laberinto, ya que los nativos creían que podían comunicarse con espíritus y dioses a través de una cavidad subterránea, que conducía al inframundo.

El proyecto Lyobaa

Todo lo anterior surge a partir del impresionante proyecto Lyobaa, una colaboración  interinstitucional que incluye a la UNAM, el INAH y la asociación ARX.

El propósito de estas investigaciones es, principalmente, develar todos los misterios que entrañan en este sitio, además de proporcionar información clave para la composición y estructura del subsuelo de esta zona arqueológico, que en tiempos prehispánicos, era la entrada al inframundo para los zapotecos de Oaxaca.