Un reciente estudio ha revelado una tendencia preocupante en el mundo laboral, pues un número creciente de supervisores está considerando renunciar a sus puestos, debido al estrés asociado con la gestión de empleados pertenecientes a la Generación Z, ¿los papeles se han invertido?
De acuerdo con un interesante sondeo realizado a mil gerentes estadounidenses que supervisan a empleados de la Gen-Z, se encontró que el 18% de ellos está pensando en renunciar, a causa de la diferencia generacional en el trabajo.
Lo que más les desespera a los jefes de la Generación Z
En este estudio también se halló una de las principales molestias que destacan los jefes, y es sobre el uso constante de celular por parte de los más jóvenes.
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La Generación Z ha crecido inmersa en la tecnología digital, lo que a veces puede llevar a una mayor dependencia de dispositivos móviles y una menor atención a las interacciones cara a cara.
¿Qué está pasando en el mundo laboral actual?
Algunos supervisores consideran que la ética laboral de la Generación Z es diferente a la de generaciones anteriores, lo que puede generar frustración y desconfianza.
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Pero digamos que el repudio es mutuo, es decir, que los nacidos entre 1997 y el 2012, considera que sus jefes no son aptos o incompetentes en el puesto que desempeñan, lo que hace que este choque crezca aún más.
La consultora Robert Walters, obtuvo interesantes datos de una encuesta, donde el 52% de los jóvenes que se encuentran trabajando, no desean ser jefes u ocupar cargos de mandos medios.
Los CEO no quieren tratar con jóvenes, y los jóvenes no quieren ser jefes
Y es que, la crítica que ronda a la Generación Z, es que busca estar en un empleo que los haga felices, por eso, los comportamientos antes mencionados como el del uso del celular, se debe a una insatisfacción en este ramo.
Aun así, los CEO de diversas empresas no quieren tratar con ellos, ya que demandan más tiempo, entonces… ¿quién es la generación de cristal? La Generación Z o los que la anteceden.