La glosofobia es el miedo oratorio, es decir, el miedo a hablar en público, así éste sea un gran auditorio o una o dos personas, pero si sufres este padecimiento, no te preocupes, aquí te decimos como superarla.
La importancia de conocer su existencia radica en saber que esto es algo que, justamente, existe, que le pasa a muchas personas y que puede trabajarse.
Se trata de una fobia en la que el 75 por ciento de la población mundial tuvo al menos una vez en la vida.
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¿Cuáles son los síntomas de la glosofobia?
De acuerdo con Verónica Salatino, Head & Founder de Makana Comunicación Estratégica y Coaching Ejecutivo, quien tiene miedo oratorio lo nota porque experimenta diferentes síntomas que pueden llegar, incluso, a convertirse en limitantes.
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Según la experta se presentan palpitaciones, sudoración excesiva, sensación de sequedad en la boca, nerviosismo, ganas de salir de esa situación, y olvidarse lo que uno quiere decir, son algunos de los síntomas.
También hay quienes pierden la voz o directamente evitan las situaciones.
"Si cada vez que tienes dar una presentación laboral, un examen oral, hablar con tu jefe o un cliente, o dar un discurso experimentas esto, probablemente tengas glosofobia", explicó.
¿Cómo se debe enfrentar la glosofobia?
Salatino dijo que se puede trabajar desde diferentes ángulos. Según cuál sea su raíz, puede trabajarse con el acompañamiento de un coach especializado en oratoria, por ejemplo.
En un proceso de coaching se trabaja en las creencias de la persona respecto de estas situaciones, se indaga en la raíz de esta glosofobia para poder entonces trabajar mejor con la persona, a través de la conversación y de la implementación de diferentes técnicas y ejercicios, y permitirle atravesar las instancias de exposición en público de un modo más ameno y exitoso.
Se trabaja en la confianza de la persona, en sus creencias y también en ciertas técnicas.
¿Cuál es la importancia de poder dirigirse bien a un público?
La especialista señaló que vivimos en un mundo lingüístico. Somos lenguaje.
"El lenguaje es, a su vez, generativo, es decir que tiene el poder de crear la realidad. Según cómo nos comuniquemos será aquello que creemos para nosotros. La comunicación, además, es apenas un 7 por ciento verbal. El 93 por ciento restante es no verbal. Cuando hablamos de glosofobia hablamos de toda nuestra comunicación porque no solo afecta aquello que decimos con palabras sino también aquello que decimos con nuestro lenguaje no verbal", indicó.
Dijo que cuando no somos coherentes entre nuestra comunicación verbal y no verbal, no logramos nuestro objetivo.
Imaginen, aseguró, tener una reunión con potenciales clientes o inversores a los que se convoca para presentarles el proyecto en el que quieren que inviertan y confíen y que la persona encargada de hacer la presentación transmita inseguridad. ¿Invertirían? Tal vez sí, tal vez no, pero lo que es seguro es que, al menos, dudarían.
O, peor aún, que la persona se olvide de lo que quiere decir y no pueda continuar con la presentación, y es ahí uno de los factores de importancia para evitar la glosofobia, y si la padeces ya sabes algunos tips para superarla.