Si eres de los que les gusta descubrir nuevos lugares y estás buscando algo diferente, las Grutas de Cacahuamilpa puede ser una buena opción. En este lugar encontrarás más que solo una caminata entre rocas, pues sus atracciones tanto en aire como en tierra te dejarán con ganas de volver cien por ciento.
La formación de estas rocas calizas data de hace 85 millones de años, y el desarrollo de las cavernas se cree que fue por el paso del río San Jerónimo que se encuentra a 95 m debajo de las grutas.
Visita guiada
Dentro de las cavernas se pierde la visibilidad, pues su naturaleza impide cualquier intención de rayo de luz del día por lo que los 19 salones se encuentran iluminadas permanentemente para la apreciación de estalactitas y estalagmitas una vez estando adentro.
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Durante los cuatro kilómetros de recorrido podrás apreciar rocas con formaciones bastante singulares; entre las figuras más renombradas están el trono, la Virgen, la trompa de elefante y hasta una pareja besándose. Todo depende de la percepción que tengas.
Más que sólo grutas
Este lugar que se utilizaba para rendir culto conocido antiguamente como “Salachi”, se encuentra a dos horas de la Ciudad de México en el estado de Guerrero.
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Si pensabas que a este sitio sólo se iba a las grutas estás muy equivocado, pues una opción bastante recomendable es el paseo en balsa en un rio que se encuentra saliendo de la gruta.
Los ríos subterráneos y las cuevas que se encuentran en este sitio es parte de su atractivo, además de un puente colgante y tirolesa a la que puedes tener acceso.
Si te quedan energías, a 40 minutos de las Grutas de Cacahuamilpa está el Pueblo Mágico de Taxco de Alarcón, lugar conocido por su venta de plata.