Pedaleando en la pandemia

Ansiedad, anhelo, desesperación, reflexión, esfuerzo… los sentimientos que genera el “encierro” en decenas personas, esta es la historia de Richard.

Foto: Reuters - Ilustrativa
Escrito en TENDENCIAS el

"Cuando voy manejando no pienso en nada, voy enfocado en la entrega de la comida, a veces llevo peso y no quiero caerme" \u2026 esta es la historia de Richard.

Soy estudiante y comerciante, me llamo Richard, todos los días entrego comida a domicilio en mi bicicleta debido al Covid-19. Aquí en "El sazón de la Lupita" la gente venía a comer, se sentaba, les llevábamos su plato y agua a la mesa, sin embargo, una pandemia lo frenó todo.

El negocio de comida económica está ubicado en Avenida Valle de Volga 220 colonia Valle de Aragón en la primera sección en el Estado de México. Mole, arroz, papas con chorizo, mole de olla, pozole, entre otros platillos, todo acompañado con agua de frutas o refresco es lo que ofrecemos a los comensales. Gente que trabaja cerca de aquí venía a comprar, si teníamos servicio a domicilio antes del coronavirus, pero muy poco, ahora es de lo que nos mantenemos.

*Información relacionada: Miedo, disciplina y amor en el confinamiento: David y Raquel

Tengo a mi cargo el negocio junto con mis papás, ellos se quedan en casa, a veces mi ‘jefe’ hace las compras, pero siempre con medidas preventivas, el que prácticamente sale soy yo, las primeras dos semanas se vio afectado el negocio porque la gente quería comer en local, nosotros como propietarios les comentábamos que no se podía porque las autoridades no nos dejaban para evitar los contagios, pero se enojaban.

La gente no tomaba de buena manera estas medidas, porque pensaban que nosotros les negábamos el servicio, en una ocasión un par de individuos, un joven como de 35 años acompañado de una persona de la tercera edad nos decían: "ustedes deberían seguir atendiendo, es puro rollo, invento del gobierno, ellos nos esparcen ese virus".

Sin duda, el coronavirus afectó mi negocio, las primeras semanas las ventas se cayeron 70%, a partir del siguiente mes fue mejorando, pero no es lo mismo, la gente no sale, no compra, no piden servicio, tal vez ya no sea el 70% pero seguimos vendiendo la mitad de lo que vendíamos antes de que empezara todo esto.

Yo practico ciclismo, pero ante el cierre de los espacios públicos como el Bosque de Aragón donde realizaba ejercicio, no me quedó de otra alternativa mas que adaptarme a las circunstancias, combiné el deporte con mi trabajo, anuncié el negocio en Internet, repartimos volantes, adapté mi bici, se llama "Azul", una bicicleta que me acompaña a todas partes.

Tomé dicha decisión para proteger a mis padres del virus, mi papá le puso una caja en la parte trasera para repartir comida, así laboro todos los días, mientras mi mamá sigue haciendo la comida con tapabocas, hacemos un gran equipo. Algunas quincenas mejoran las ventas, otras bajan, aun así no perdemos el optimismo.

De lunes a viernes de una a seis de la tarde reparto en la bicicleta, 7 de 10 personas al momento de recibir su comida si traen cubrebocas, las otras tres no, me dicen que como se encuentran en su casa no lo ven necesario, me preguntan ¿Cómo estás, hijo? ¿Cómo está la señora Lupita? ¿No tienes miedo de estar repartiendo la comida? ¿No tienes miedo de contagiarte?

Sí tengo miedo, unas calles del negocio se han registrado casos de Covid-19 e incluso algunas personas han fallecido, pero si no trabajo no tengo ingresos para comer ni mi familia tampoco. Trato de no pensar, voy enfocado en la entrega, a veces llevo peso y no quiero caerme, me gusta cumplir con la gente, en este aislamiento pocas veces interactúas, es bonito, aunque sea mínimo pero la gente en minutos o segundos te cuentan anécdotas de su vida, de cómo han vivido la pandemia, es hermoso recabar historias de vida cortas de los comensales.

He tenido percances al pedalear, la semana pasada me caí, llevaba varios pedidos y al ir a toda velocidad pasé por un tope y me fui de frente, pero salvé la comida, el afectado fui yo, incluso el coche que venía atrás con una mujer y tres hombres se pararon a auxiliarme. Mi pasión es la bici y no pienso dejarla, menos en estos tiempos en que se convirtió en mi herramienta de trabajo.

"No veo una nueva normalidad"

Me parece que el Gobierno de México ha tomado malas decisiones en cuanto al manejo de la pandemia, ya que no muchos aplican las medidas sanitarias y exponen a otros, en mi caso soy vulnerable al tratar con muchas personas, pero no tengo opción, tenemos que seguir trabajando, considero que las autoridades debieron dar apoyo a la gente y encerrar a todos para evitar la propagación de los contagios y terminar con el virus.

Pienso que a comparación de otros países aquí va muy lento la situación del Covid, el gobierno no ha apostado en opciones como las pruebas rápidas donde se han demostrado ser efectivas y sin embargo aquí piensan que no lo son cuando se ha demostrado lo contrario.

Hasta el próximo año vamos a volver a la normalidad, ya que el mal manejo hace que retrase la cotidianidad de las personas, mientras sigo pedaleando, atendiendo con precaución y gentileza a mis clientes, mi bicicleta \u2018Azul\u2019 es ahora mi herramienta para subsistir.

Richard es una de las tantas personas afectadas por el coronavirus, tal como lo aseguró en su momento el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX), quien dijo que tan solo en la capital del país las pérdidas ascendieron a cerca de mil 908 millones de pesos.

Además, hay que recordar que la Canacope dijo que la emergencia sanitaria causada por el Sars-Cov-2 en México, provocará el cierre de al menos 44 mil pequeños y medianos negocios en la CDMX.